En China, se sabe que personas ricas supuestamente contratan dobles para cumplir sentencias de prisión por ellos.
Los informes a lo largo de los años han sugerido que se sabe que los chinos ricos reclutan «criminales sustitutos» para cumplir sentencias de prisión y sustituirlos en los tribunales.
Un oficial de policía chino incluso confirmó que si alguien es «lo suficientemente poderoso», simplemente puede «gastar dinero y permanecer libre».
En 2012, el periodista Geoffrey Sant publicó un artículo sobre Hu Bin, un joven rico de 20 años que corría por las calles de Hangzhou cuando atropelló y mató a un peatón.
Escribiendo en Slant, Sant explicó que la víctima era un ingeniero de 25 años de “fondo modesto” y fue golpeado tan fuerte por el vehículo de Bin que “voló al menos 20 yardas”.
Sant agregó que «Bin y sus amigos ricos fumaban cigarrillos con indiferencia y se reían mientras esperaban que la policía llegara a la escena».
Bin luego contrató a un doble del cuerpo para que no solo compareciera como él en la corte, sino que también cumpliera la sentencia de tres años que le fue impuesta.
Slant también pudo hablar con un oficial de policía chino, que se negó a ser identificado, pero dijo que la contratación de «convictos de reemplazo» «no es raro» en el país.
El oficial dijo: “Estados Unidos tiene el estado de derecho, pero China tiene el gobierno de las personas.
“Si alguien es poderoso, hay una buena posibilidad de que pueda hacer que esto suceda. Gasta algo de dinero y mantente libre”.
El funcionario encargado de hacer cumplir la ley pasó a enumerar «varias figuras de la mafia de alto rango» cuyos subordinados cumplieron condena en prisión en su lugar.
A Sant también se le dijo que la familia del sustituto es atendida por la mafia a cambio y se paga una bonificación por el tiempo cumplido.
La práctica de contratar a un doble para cumplir condena en prisión incluso tiene su propio término en China: ding zui o ti-shen, que se traduce literalmente como «criminal sustituto».
Según The Reeves Law Group, los delincuentes suplentes pueden ser contratados por tan solo 31 dólares por día de cárcel cumplido.
El concepto de criminales sustitutos se remonta a 1834, cuando el viajero Karl Gützlaff escribió por primera vez sobre la práctica.
El misionero de Taiwán, George Mackay, alegó que fue testigo de cómo se utilizaba a personas como convictos de reemplazo en 1895, escribiendo en From far Formosa; la isla, su gente y sus misiones: “Era un secreto a voces que estos hombres no tenían nada que ver con el caso, sino que fueron sobornados para llevar el cangue durante seis semanas”.
