En el campus del Instituto de Educación Técnica Diversificada Monterrey, en Casanare (Colombia), un perro callejero llamado “Negro” conmovió a toda una comunidad —y al mundo entero— con un gesto tan simple como ingenioso: va todos los días a comprar galletas y las paga con una hoja.
Todo comenzó cuando el animal, de pelaje oscuro y mirada atenta, empezó a rondar el lugar hace algunos años. Sin dueño conocido, los estudiantes y profesores lo adoptaron de manera espontánea: le dieron agua, comida y un rincón para descansar. Con el tiempo, “Negro” se convirtió en el guardián del campus y una figura querida por todos.
Pero su fama llegó cuando un día sorprendió a los alumnos y al personal de la tienda escolar: se acercó al mostrador con una hoja en la boca, moviendo la cola con entusiasmo. Había observado que los estudiantes entregaban billetes —también verdes— a cambio de comida, y decidió imitar su comportamiento.
Desde entonces, “Negro” se volvió cliente habitual. Cada día lleva una hoja diferente como forma de pago, y la vendedora, Gladys Barreto, le entrega su galleta favorita. “No le gustan las de crema, prefiere unas dulces que se parecen al concentrado que él come”, contó entre risas.
El personal del colegio decidió aceptar su método de pago simbólico, aunque limitando la cantidad de galletas que recibe para cuidar su salud. “No es sólo por su figura, también para evitar una inflación de hojas”, bromean los trabajadores del instituto.
La historia de “Negro”, rescatada por Infobae y Libertatea, volvió a viralizarse en redes sociales, generando millones de reacciones y comentarios de ternura en todo el mundo. Para muchos, su gesto es una muestra de inteligencia, empatía y conexión entre humanos y animales.
“Encontró la manera de hacerse entender”, dijo emocionada Ángela García Bernal, una profesora del centro. “Es tan inteligente que te dan ganas de llorar cuando lo ves”.
Aunque hoy no se sabe si “Negro” aún vive en el campus, su historia sigue recordándose como una de las más entrañables de internet: la del perro que aprendió a pagar con hojas para comprar galletas.
