Harland & Wolff, la emblemática compañía británica con 163 años de historia, ha anunciado que se ha declarado insolvente tras no conseguir la financiación necesaria para continuar sus operaciones. La empresa, conocida por haber construido el Titanic en 1912, está en una difícil situación financiera que la ha llevado a considerar la posibilidad de iniciar un procedimiento administrativo en los próximos días.
La solicitud de 200 millones de libras (264 millones de dólares) a UK Export Finance, un departamento gubernamental, fue rechazada, dejando a la empresa en una posición financiera comprometida. El director ejecutivo interino, Russell Downs, explicó que la empresa se enfrenta a pérdidas históricas y dificultades para obtener financiación a largo plazo, lo que ha forzado a tomar decisiones drásticas, incluyendo recortes de empleo en áreas no esenciales.
A pesar de la difícil situación, las operaciones principales de Harland & Wolff, incluyendo su astillero en Belfast, que actualmente está construyendo tres buques de guerra para el Gobierno británico, seguirán funcionando con normalidad. La empresa está explorando la venta de estas operaciones mientras continúa buscando nueva financiación para asegurar su futuro.
Este no es el primer desafío financiero para Harland & Wolff. En 2019, la compañía fue reestructurada con la ayuda del Gobierno británico, pero en el último año, ha intentado diversificarse hacia la reparación de buques y proyectos de energías ecológicas, como el almacenamiento de gas en Islandmagee, Irlanda del Norte.
El futuro de los astilleros y los puestos de trabajo en Belfast, Escocia y el resto del Reino Unido sigue siendo una prioridad para las partes involucradas, que trabajan intensamente para encontrar una solución viable que garantice la continuidad de la construcción naval y proteja los empleos.