Contra toda lógica y expectativa, una pequeña perra salchicha llamada Valerie, que pesa menos de 4 kilos y tiene poco más de un año, logró sobrevivir 16 meses completamente sola en la inhóspita Isla Canguro, en el sur de Australia, un territorio marcado por la presencia de serpientes venenosas, aves rapaces y una fauna salvaje que parecía imposible de enfrentar para un perro doméstico.
Valerie se perdió en noviembre de 2023, cuando sus dueños, Georgia Gardner (24) y Joshua Fishlock (25), estaban de campamento en la isla. Antes de salir a pescar a una playa cercana, dejaron a la perrita en un pequeño corralito con juguetes y comida. Sin embargo, durante su ausencia, Valerie rompió el cercado y se escondió debajo de un auto estacionado. Otros campistas intentaron ayudar a sacarla, pero el animal se asustó y huyó hacia la maleza, perdiéndose sin dejar rastro.
La confianza inicial de que regresaría pronto se desvaneció rápidamente. Valerie era una perrita acostumbrada a la vida junto a sus dueños: viajaba con ellos, dormía en su cama y hasta tenía su propia sillita en el auto. “No era solo un perro; era una auténtica princesa”, recordó Gardner. La búsqueda se transformó en una angustiante odisea: recorrer la isla era como buscar una aguja en un pajar.
Desesperados, los dueños se sumaron a un grupo de búsqueda en Facebook y contactaron a la ONG local Kangala Wildlife Rescue, que colocó comida, prendas con el olor de sus dueños y cámaras trampa para intentar localizarla. Pero los días pasaron, llegaron tormentas intensas y, finalmente, la pareja tuvo que volver a su casa en Broken Hill para cumplir con sus obligaciones laborales. “En el ferry de regreso miraba la isla y lloraba”, confesó Georgia.
Durante meses, todo fue silencio.
Recién entre seis y ocho meses después, comenzaron a circular reportes de vecinos de la isla que decían haber visto a un pequeño perro con un collar rosa vagando por la zona. Para los rescatistas fue un dato sorprendente: los dachshund no son considerados animales con grandes capacidades de supervivencia en estado salvaje. “De todos los perros, diría que ese sería el último que sobreviviría ahí”, señaló Jared Karran, director de Kangala Wildlife Rescue. Sin embargo, explicó que su excelente olfato probablemente le permitió encontrar alimento y mantenerse con vida.
Las esperanzas crecieron aún más el mes pasado con nuevos avistamientos e incluso una fotografía que mostraba a un pequeño perro negro corriendo por campo abierto. Finalmente, el equipo logró delimitar la zona donde se mueve Valerie, en Stokes Bay, al norte de la isla, muy cerca del punto donde había desaparecido.
Actualmente, los rescatistas intentan atraerla utilizando olores fuertes como pollo asado o atún, con la esperanza de poder capturarla sin causarle estrés y devolverla sana y salva a los brazos de sus dueños. “Fue vista por última vez el miércoles, estamos cada vez más cerca”, aseguró Karran. “Ojalá podamos lograrlo y llevarla a casa”.
La historia de Valerie se ha convertido en un símbolo de resistencia inesperada y un recordatorio de que, incluso los animales más pequeños, pueden protagonizar hazañas verdaderamente extraordinarias cuando la supervivencia está en juego.
