El Lago Havasu, en Arizona, fue testigo de un accidente tan extremo como espectacular: una lancha de alta velocidad llamada Freedom One Skater salió disparada por los aires a más de 322 km/h durante el evento Desert Storm Shugrue’s Shootout, una de las competencias náuticas más importantes de Estados Unidos.
El intento por romper un récord de velocidad sobre agua casi termina en tragedia cuando la lancha, equipada con un motor de 10.000 caballos de fuerza, perdió estabilidad, se elevó, giró en el aire y cayó violentamente sobre el agua. Todo ocurrió ante los ojos de cientos de fanáticos, y las imágenes del momento no tardaron en viralizarse.
Afortunadamente, los dos ocupantes —el piloto (driver) y el operador del acelerador (throttleman)— sobrevivieron con heridas menores y fueron trasladados por precaución a un hospital cercano. “En general, ilesos”, aseguró Ray Lee, editor de Speedboat Magazine, al canal Fox 10 Phoenix.
La clave de la supervivencia, según los expertos, fue el diseño del barco. Jeff Clark, otro competidor presente, destacó que la cabina reforzada salvó la vida de los tripulantes: “Ese barco estaba hecho para resistir. El resto se destrozó, pero la cabina quedó intacta”. Además, señaló que “ver volar un barco así te parte el alma. Nunca querés que eso pase cuando salís a divertirte como piloto”.
Clark explicó que las lanchas como la Freedom One están diseñadas con túneles que guardan aire para mantenerse sobre el agua, pero si el viento y la velocidad no están del lado del piloto, pueden salir despedidas como un misil.
Pese al susto, el evento continuó tras confirmarse que no había heridos graves. Y aunque no es la primera vez que el Lago Havasu es escenario de un accidente —con al menos 11 muertes registradas en su historial de competencias—, este caso terminó siendo un recordatorio brutal de lo que implica jugar con la velocidad al límite.
