La NASA ha publicado una serie de fotografías alarmantes que demuestran que la crisis climática es muy real.
La serie «Imágenes de cambio» muestra fotos que son un claro reflejo del cambio climático, la urbanización, los daños causados por incendios forestales, inundaciones y otros desastres naturales que son cada vez más frecuentes debido al calentamiento global.
Primero en la serie están las imágenes aéreas de la diferencia en las inundaciones del monzón tanto en Pakistán como en Bangladesh entre septiembre de 2019 y 2020. En el espacio de solo un año, los parámetros de las inundaciones aumentaron considerablemente.
Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, estableció un nuevo récord en un solo día el año pasado cuando 230 mlde lluvia en un período de 12 horas, según el Departamento Meteorológico de Pakistán.
Otro antes y después sorprendente muestra que el lago Lonar de la India cambió de verde a rosa en solo unos días en junio de 2020. Debido al aumento del clima cálido, gran parte del agua del lago se evaporó, dejando atrás sales rosadas.
Un conjunto de imágenes muestra los efectos de la deforestación en el bosque del Gran Chaco de Argentina entre diciembre de 2000 y diciembre de 2019. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, el bosque del Gran Chaco proporciona un hábitat para miles de especies de plantas y cientos de especies de animales.
En la imagen posterior, gran parte del bosque ha sido reemplazado por campos de soja y ganado. Argentina es el tercer productor mundial de soja.
Los efectos de la urbanización se pueden ver en imágenes satelitales de Cancún, México. De 1985 a 2019, un pueblo empobrecido de 100 personas se transformó en un destino de vacaciones que recibe 2 millones de visitantes al año, y esto es evidente en las fotografías.
Cancún representa una cuarta parte de los ingresos por turismo de México, pero su crecimiento ha traído costos ambientales que incluyen la contaminación del agua y la erosión de las playas, dijo la NASA.
Otro conjunto de imágenes muestra los efectos del polvo australiano en los glaciares de Nueva Zelanda, pintándolos de un tono rosado oscuro. Debido a esta capa oscura, los glaciares absorben más energía del Sol, lo que acelera el derretimiento. El polvo puede haber sido exacerbado por el calor extremo y los incendios forestales, dijo la NASA.