Luego de una serie de incidentes protagonizados por activistas, la National Gallery de Londres ha implementado nuevas y estrictas medidas de seguridad para proteger sus obras y brindar un entorno seguro a los visitantes. En un comunicado reciente, el museo confirmó que no se permitirá la entrada con líquidos, salvo preparados para lactantes, leche materna o medicamentos recetados. Además, todos los visitantes deberán pasar por detectores de metales, y el personal de seguridad inspeccionará bolsos y mochilas a fondo.
Este aumento en la seguridad no es fortuito. Desde julio de 2022, se han registrado al menos cinco incidentes en el museo, dos de ellos relacionados con ataques a obras de girasoles de Van Gogh. El caso más reciente se dio a finales de septiembre, cuando tres activistas climáticos del grupo Just Stop Oil arrojaron sopa de tomate a dos cuadros de Van Gogh. Este acto fue en protesta por las condenas a prisión de las activistas Phoebe Plummer y Anna Holland, quienes realizaron una protesta similar en 2022.
La galería también ha decidido prohibir el ingreso de cualquier “accesorio expuesto o vestible considerado ofensivo o afiliado a organizaciones que representen una amenaza física para la colección,” aunque no detallaron qué tipo de accesorios entran en esta categoría.
El museo declaró que estas medidas son fundamentales para “garantizar la seguridad de todos los visitantes, del personal de la National Gallery y de la colección de pinturas del país.” Con este reforzamiento, la galería espera mantener un espacio seguro, permitiendo que el público continúe disfrutando de sus obras sin preocupaciones.