Una historia de supervivencia y resiliencia conmovió a Kuwait y al mundo: una perra abandonada en medio del desierto fue hallada junto a sus cachorros tras haber cavado un pozo para protegerse del calor extremo. La perra, bautizada como Sandy, fue rescatada por el grupo de voluntarios Raf.kw, quienes acudieron al lugar tras recibir un video que mostraba al animal vagando solo bajo temperaturas que superaban los 50 °C.
Cuando los rescatistas llegaron, descubrieron que Sandy no estaba sola. Se había refugiado bajo un tanque de agua y había cavado un hoyo en la arena, donde escondía a tres cachorros recién nacidos. Su instinto maternal la había llevado a priorizar la seguridad de su camada, aun en condiciones extremas y pese al abandono sufrido.
La primera reacción de Sandy fue de desconfianza. Según relataron los voluntarios, la perra observaba a los rescatistas y luego volvía la mirada a sus crías, como preguntándose si ellos pretendían hacerles daño. Durante 15 minutos, el equipo trabajó con paciencia para ganarse su confianza: le ofrecieron comida, le hablaron suavemente y evitaron movimientos bruscos. Finalmente, Sandy cedió y permitió que los cachorros fueran puestos a salvo.
Una vez rescatados, tanto la madre como sus crías fueron trasladados al refugio I Care Kuwait, dirigido por Elika Mansouri. Allí Sandy comenzó su proceso de recuperación emocional y pronto mostró signos de gratitud y confianza hacia sus cuidadores. Con el tiempo, fue adoptada por Brianna, una mujer con la que desarrolló un fuerte vínculo y a quien seguía a todas partes.
Los cachorros, bautizados como Zeus, Zaydar y Zack, también encontraron un hogar definitivo en Canadá, donde ahora viven en plenitud junto a sus nuevas familias.
La historia de Sandy es un recordatorio del poder del instinto animal, pero también de la importancia de la intervención humana en situaciones de abandono. De ser una madre aterrada en el desierto, pasó a convertirse en un símbolo de esperanza y segundas oportunidades.
