El 2 de octubre, los trabajadores del aeropuerto de todo el mundo participarán en manifestaciones por mejores condiciones de trabajo, mejores salarios y derechos sindicales.
Según el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), los trabajadores de más de 40 aeropuertos en 13 países, que controlan el asombroso 36% de los viajes aéreos mundiales donde pasan casi 4 millones de personas cada día, participarán de la protesta.
Los empleadores y los viajeros confían mucho en los trabajadores del aeropuerto, tales como conserjes, manipuladores de equipaje, asistentes de sillas de ruedas y oficiales de seguridad, pero a menudo reciben bajos salarios y entornos de trabajo inseguros.
Según el SEIU, casi la mitad de todos los trabajadores del aeropuerto en los Estados Unidos reciben tan poco que tienen que saltear comidas o pasar hambre y casi el 30% se ven obligados a depender de la asistencia pública para necesidades básicas como alimentos, vivienda y atención médica. Y el problema es el mismo, o peor, en todo el mundo. En Tailandia, a algunos trabajadores del aeropuerto se les paga solo 10 dólares por día, que es la mitad del salario digno para ese país. Mientras tanto, la industria de las aerolíneas reporta mayores ganancias, incluyendo una esperada de 38.4 mil millones de dólares este año, que a menudo no se destinan a pagar mejores salarios o beneficios al personal.
Los pasajeros que arriben a este aeropuerto serán atendidos sólo por robots
El aeropuerto Internacional de Changi en Singapur, votado como el mejor del mundo los últimos seis años por la consulta de Skytrax, está persiguiendo la meta de extender la automatización con tal vigor que construyó una terminal entera para ayudar a probar los robots del aeropuerto del futuro.
La experiencia que se quiere crear en el aeropuerto sería algo así: mientras un avión se une a la fila de aterrizaje, es detectado, identificado y monitoreado por un conjunto de cámaras y tecnología que evitará la tradicional torre de control.
Una vez en la puerta, un puente aéreo guiado por láser se coloca a sí mismo para permitir el desembarco de los pasajeros, mientras vehículos automatizados se colocan debajo para descargar el equipaje, esquivando otros aparatos que están enviado comidas empacadas por robots o procesando cargamento. Los pasajeros se dirigen a aduanas de migración automatizadas con escáner facial y reconocimiento de huellas, luego van a recoger su equipaje que los robots ya acomodaron en el carrusel.
Changi abrió su terminal 4 en octubre pasado en parte con la idea de usar sus más pequeñas y recientes instalaciones para probar y desarrollar la automatización. La meta es tener esta tecnología funcionando para su gigantesca terminal 5, un edificio monstruoso que sería capaz de atender a 50 millones de pasajeros anuales cuando abra al final de la próxima década, haciéndola una de las más grandes y automatizadas terminales de pasajeros del mundo. Continuar leyendo…