1. Conocer el lugar de donde vienes
Así sea visitando a tu abuela que vive en otra ciudad o yendo de road trip con tus amigos, conocer tu lugar es parte de saber qué haces ahí, por qué algunas cosas son como son y de proyectarte a futuro.
2. Encontrar un mejor amigo(a)
Al menos uno. Porque todo superhéroe necesita un sidekick, ¿no? Uno que se parezca a ti, que tenga tus mismos intereses y que te complemente en lo que no eres bueno. Uno que diga sí siempre que inventes un road trip y te arme el playlist del camino.
3. Viajar a otro país
Y mejor si puede ser como algo más que un turista. Viajar no solo significa traspasar fronteras geográficas, sino también mentales, te brinda perspectiva, te acerca a otras personas y te hace más flexible.
4. Aprender otro idioma
Está comprobado que mientras más envejecemos más difícil se nos hace aprender cosas nuevas, así que mientras más pronto las aprendas, mejor. Conocer otro idioma te abre muchas puertas, geográficas y laborales. Haz el esfuerzo y lo vas a agradecer.
5. Viajar como mochilero
Puede no ser 3 meses en asía, sino una semana en un pueblo de tu país, pero andar con tus pertenencias a cuestas y quedarte de hostal en hostal conociendo gente de todos lados tiene un encanto que hay que disfrutar al menos una vez en la vida. Ya luego empezarás a contar las estrellas de los lugares donde te hospedas.
6. Aprender a hacer conexiones valiosas
Mientras el mundo se mueve cada vez más rápido hacia la comunicación online donde la cantidad prevalece sobre la calidad, esta habilidad se va haciendo más y más importante. Crea redes, hazte notar y genera un efecto positivo en quienes te rodean.
7. Perderte en un lugar desconocido
Está bien tener todo organizado, pero date espacio para perderte un poco, las mejores experiencias salen de ahí.
8. Vivir un amor pasajero
Enamórate de alguien mientras viajas, no importa qué tan incorrecto sea. Si dura bien, y si no, también.
9. Viajar solo
En este punto de tu vida puede que sientas la necesidad de apartarte un poco de lo que conoces para encontrarte a ti mismo, hacer algunos cambios en tu rutina y descubrir de qué se trata la vida. Go for it!
10. Empezar un régimen de ejercicios
Lo agradecerás cuando veas las fotos de tus viajes. Además, a quien se hizo un hábito en sus veintitantos, le será más fácil continuar haciendo ejercicio el resto de su vida.
11. Lograr alguna meta física
No solo es hacer ejercicio constante, cuando ya tengas esto dominado valdrá la pena atreverse por algo más, algo como conquistar una cima, correr una maratón o hacer una travesía en bicicleta. Cuando lo logres te vas a sentir tan bien que marcará un antes y un después en tu vida.
12. Disparar tu adrenalina
Esto significa cosas diferentes para cada quien, pero TIENES que hacer al menos una de esas actividades que te pone el corazón a millón, como saltar en paracaídas, nadar con mantarrayas, hacer rafting, etc.
13. Vivir solo
Sal de casa de tus padres si no lo has hecho aún y disfruta la experiencia de vivir solo. Aprenderás por fin todo lo que tu mamá siempre te intentó enseñar y te convertirás un poco más en ti mismo.
14. Aprender a comer
Narda Lepes, una chef argentina, dijo una vez que “nadie puede creerse independiente si no cocina” y tiene mucha razón. No vas a poder vivir toda la vida a punta de delivery de pizza y pasta con atún, o al menos no una vida saludable. Aprender a comprar las cosas correctas y cocinar, aunque sean pocas cosas, es algo que te servirá por siempre.
15. Aprender a organizar tu vida
Esto es algo que aprendes a las buenas o a las malas, pero es requisito indispensable de crecer haciendo bien las cosas. No solo digo que guardes los zapatos donde van, sino que estés al tanto de tus finanzas, que sepas cómo gastas el dinero, cuándo hay que pagar las deudas. Ojalá que no tengas nunca que cancelar tu viaje porque no contaste bien los billetes y que no llegue jamás el día en el que no tengas ropa interior para ponerte porque se te olvidó que había que lavar. De ese tipo de orden estoy hablando.
16. Aprender a bailar
¿Necesito decir algo más? No es necesario que te conviertas en una estrella de la pista, pero al menos ten un par de buenos movimientos bajo al manga y disfrútalos.
17. Ir a una fiesta sin ser invitado
Nada mejor para conocer un lugar que ver cómo se divierte su gente. Y ningún mejor lugar para practicar tus nuevos pasos que donde nadie te conoce. Si no te atreves, puedes chequear la moda de las bodas fake.
18. Aprender a tocar un instrumento musical
La música es una gran herramienta para muchas cosas, todas positivas, así que apréndete al menos un par de canciones en guitarra y sé el alma de la fiesta alguna vez en tu vida.
19. Rockear en un concierto
Mientras más adulto menos querrás estar rodeado de una multitud eufórica y, siendo sinceros, probablemente tampoco tendrás la energía como para hacerlo. Ir a donde sea para ver a tu banda favorita, llegar temprano para estar de primero y gritar la letra de tu canción viendo al vocalista a los ojos es algo que no tiene precio.
20. Convertirte en experto en una bebida
No solo te hace muy interesante, sino que puede hacer parte de una lista de cosas por hacer en cada lugar que visites. Puede ser café, vino, té o gaseosas locales, pero asegúrate de sea algo que disfrutes y sé el mejor.
21. Leer un libro de historia
No solo es bueno para entender el mundo actual, sino que disfrutarás más de tus viajes si entiendes todo lo que ha pasado en el lugar en el que estás, sabrás a dónde ir, qué buscar, qué contar y qué preguntar.
22. Saber un poco de cine
No tienes que ser el conocedor de todos los directores de películas indie, pero sí tener cierto criterio audiovisual -no, Keeping Up With The Kardashians no clasifica dentro de este criterio-. Hacer el ejercicio de ver al menos una película de cada lugar nuevo que conozcas es una buena puerta de entrada al cine y a la cultura local.
23. Desarrollar una postura política
Y con esto no me refiero a ponerte la camiseta de un partido político, sino de estar consciente de con qué estás de acuerdo y por qué . Te servirá para la vida, pero también para conversar con muchísima gente en el camino, para poder explicar de dónde vienes y cómo funcionan las cosas allí.
24. Desconectarte por un rato
El celular y las redes sociales son una maravilla, pero también está bueno sentarte un poco contigo mismo. Desconéctate del mundo un día completo, un fin de semana o una semana entera, te hará bien.
25. Conseguir tu pasión en la vida
Si los veintes están hechos para algo es para eso, para explorar, para ensayar y equivocarse y encontrar en el camino esa cosa que te hace lo suficientemente feliz como para seguirla haciendo por muchos años.
26. Comprar al menos un outfit que te haga sentir importante
A los veintitantos te vas a encontrar con muchas oportunidades en la vida, para muchas de ellas es necesario que te sientas a la altura y vestirte acorde con la situación ayuda muchísimo. Una entrevista importante, una salida improvisada con el que potencialmente sea el amor de tu vida o una reunión de networking con quien te puede abrir muchas puertas a futuro ameritan un vestido que levante miradas, un traje hecho a medida, unos buenos zapatos de cuero y una cartera clásica de muy buena calidad.
27. Ser voluntario
Pocas cosas son tan gratificantes y hacen más feliz a alguien como brindar tu tiempo y esfuerzo para quien lo necesita.
28. Conocerte
Y quererte así como eres.
29. Crear una nueva tradición
Somos seres de costumbres y darte a conocer por una tradición propia es lo más auténtico que puedes hacer.
30. No dejar que la crisis de la mediana edad te afecte
Técnicamente esto no es algo que hacer, sino algo que no hacer. Ya viviste bien tus veintes, ahora haz un gran viaje o fiesta para celebrar tus 30 y prepárate para lo que viene con optimismo.
