NUEVA ZELANDA sigue manteniendo su reputación de tener uno de los enfoques más estrictos y efectivos del mundo para la pandemia de COVID-19. El martes 26 de enero en una conferencia de prensa, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció que las fronteras del país permanecerán cerradas hasta que sus ciudadanos estén ampliamente vacunados.
Según Ardern, según lo informado por The Guardian, “Nueva Zelanda solo sentirá que vuelve a la normalidad cuando haya cierto nivel de moralidad en el resto del mundo también. Pero dados los riesgos en el mundo que nos rodea y la incertidumbre del lanzamiento global de la vacuna, podemos esperar que nuestras fronteras se vean afectadas durante gran parte de este año ”.
La primera vacuna de Nueva Zelanda podría obtener la aprobación regulatoria el miércoles, por lo que se espera que el proceso de vacunación comience pronto. A diferencia de otros países, que están vacunando a los ciudadanos mayores primero, Nueva Zelanda dará prioridad a los trabajadores fronterizos.
“Para que los viajes se reinicien”, dijo Ardern, “necesitamos una de dos cosas: o necesitamos la confianza de que estar vacunado significa que no se transmite COVID-19 a otras personas, y aún no lo sabemos, o Necesitamos que una cantidad suficiente de nuestra población esté vacunada y protegida para que la gente pueda volver a entrar de forma segura en Nueva Zelanda. Ambas posibilidades llevarán algún tiempo «.
