Entre el 23 y el 25 de junio, la Ciudad de México fue sede de un encuentro histórico: 15 atletas de México, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Colombia participaron del primer campamento regional de tenis en silla de ruedas, una iniciativa pionera para impulsar esta disciplina adaptada en Centroamérica y Sudamérica.

Durante tres días intensos, los deportistas no solo compartieron entrenamientos, sino que también participaron en capacitaciones técnicas dirigidas a entrenadores, profesionales de la salud y representantes de federaciones deportivas. El objetivo fue claro: crear redes, fortalecer el desarrollo del deporte adaptado y abrir nuevas oportunidades de inclusión y alto rendimiento.
Una de las sesiones destacadas estuvo a cargo del australiano Henry Shiplee, líder del equipo de tenis en silla de ruedas de la Federación Internacional de Tenis (ITF), quien compartió su experiencia global con atletas y técnicos. También dijeron presente referentes del continente como Javier Pablo Zuburi (Argentina), Sigifredo Hidalgo Ortiz (Colombia) y Carlos Daniel Muro Chavarría, orgullo de México en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023.

Este deporte, que nació gracias a la resiliencia de Brad Parks tras un accidente en 1976, ha crecido de manera exponencial desde que debutó en los Juegos Paralímpicos de Seúl 1988. Su consolidación llegó en Barcelona 1992, donde se convirtió oficialmente en deporte de medalla.
Hoy, casi 50 años después de aquel primer saque, el tenis en silla de ruedas sigue rompiendo barreras y construyendo comunidad. Y este primer campamento regional en México marca un nuevo capítulo para una generación de atletas que lo da todo dentro y fuera de la cancha.