Todos escuchamos hablar de la selva amazónica y de su biodiversidad, pero no es hasta que viajas por ella, recorriendo sus ríos en barco, conociendo a los pueblos que la habitan, nadando en sus aguas, rodeándote de plantas, animales e insectos y experimentando su humedad constante y lluvias tropical, que tomas verdadera dimensión de lo que significa “el pulmón del planeta”.
El Amazonas abarca varios países de Sudamérica y en esta ocasión hablaremos sobre el Amazonas de Brasil.
Debes saber que si viajas a esta región te adentrarás en la selva tropical más importante del mundo, y necesitarás varios días y organizar excursiones y tours con guías locales.
¿Dónde se encuentra y cómo llegamos al Amazonas de Brasil?
El Amazonas brasileño es un extenso territorio al norte del país. En este espacio hay nueve estados, uno de los cuales es Amazonas, que de hecho es el más extenso de Brasil. Dentro de la región, la ciudad más importante es Manaos (Manaus), capital del Estado de Amazonas.
Para los viajeros, la forma más rápida y fácil de llegar hasta aquí es por vía aérea a la ciudad de Manaus, que cuenta con un aeropuerto internacional y muchas líneas aéreas que la conectan. Hay vuelos desde Río de Janeiro, San Pablo y muchas otras ciudades.
Otra manera de llegar aquí, más lenta pero más épica y elegida por algunos viajeros, es en barco desde Belén (Estado de Pará). Este mítico viaje a través de los ríos Pará y Amazonas demora 96 horas.
¿Cuál es la mejor época para viajar al Amazonas de Brasil?
La temporada lluviosa va de diciembre a junio, haciendo que sean meses más frescos, muy buenos para navegar, pero no los mejores para hacer caminatas por la selva.
De fines de junio hasta diciembre es la temporada seca y con menos mosquitos, pero más calurosa. De poder elegir, te recomendamos la temporada de septiembre a noviembre, ya que además de ser cuando menos llueve, es temporada baja de turismo.
¿Qué hacer en el Amazonas de Brasil?
Veamos algunos de los sitios más buscados por los viajeros:
El encuentro de las aguas
El punto en el que el agua oscura del llamado Río Negro se junta con la corriente de color marrón del Amazonas. Al encontrarse dos ríos con diferentes temperaturas, corrientes y nivel de sedimentos, se mezclan formando remolinos y espirales, dando un impactante contraste que se dice que es como si al café negro le estuvieran agregando crema.
Este es uno de los lugares más visitados del Amazonas, ya que es fácilmente accesible desde Manaos. Puedes ir en una excursión o, la versión más económica, es tomando un bus hasta el puerto de Ceasa, y tomar el barco que pasa por el encuentro de las aguas.
Archipiélago Anavilhanas
Este conjunto de más de 400 islas en el río Negro forman el segundo archipiélago fluvial más grande del mundo, solo superado por el de Mariuá, también en el mismo río.
La conformación del archipiélago es alucinante y está en constante cambio por la erosión y sedimentación. Podrás cruzarte con algunas de los cientos de especies de animales que las habitan, como la hermosa águila harpía, delfines rosados, yacarés, tucanes y muchas especies de monos.
Las excursiones por el parque nacional pueden hacerse desde Manaos o Novo Airão, que es un pueblo cercano, muy tranquilo, para quedarse frente a las islas. El recorrido incluye un paseo en bote, caminata por la selva, y tiempo para descansar en alguna de las playas que se forman con bancos de arena.
Mercado Municipal Adolpho Lisboa
El edificio, inspirado en Les Halles en París y construido en 1882 durante el auge del caucho, es claramente europeo, pero cuando cruzas las puertas, no hay duda de que estás en el corazón de la Amazonía brasileña.
Como el principal mercado de la ciudad se encuentra a orillas del Río Negro, los vendedores aquí venden de todo, y para el turista, es un gran lugar para degustar frutas exóticas, aprender sobre medicinas tradicionales de la Amazonía o comprar artesanías.
Parque Nacional de Jaú
La importancia de este parque nacional es esencial en la conservación de la biodiversidad del Amazonas, siendo el área de selva tropical protegida más grande del mundo. Junto con otros parques, como la Reserva de Amanã y el Archipiélago Anavilhanas, forman el enorme Complejo de conservación de la Amazonia Central, que es Patrimonio de la Humanidad.
Dentro del parque está el lago amazónico más grande: el Amaná. Allí encontrarás senderos para hacer caminatas a cuevas y cascadas y los canales de agua para recorrerlo en bote.
La visita de forma independiente es posible, pero llegar hasta allí tendrías que hacer una excursión de tres días como mínimo, considerando que lleva casi un día entero llegar en barco desde Novo Airão, el punto más cercano.
Palacio de Río Negro
Construido en 1903, el Palacio de Río Negro sirvió como capital del estado y residencia del gobernador durante muchos años hasta que se convirtió en un centro cultural en 1997.
Hoy en día, la casa principal y sus edificios periféricos contienen galerías y espacios de actuación, incluido un museo de monedas y una galería de bellas artes. Los visitantes pueden pasear libremente por la casa por su cuenta, pero el Palacio también ofrece recorridos gratuitos dirigidos por docentes, lo que vale la pena para aquellos interesados en la historia de Brasil.
Praia do Tupé
Hablando de playas, una excelente cerca de Manaos es Praia do Tupé. La arena blanca se junta con el agua oscura del río Negro, formando uno de los paisajes más hermosos de la zona, donde es un gusto darse un baño porque encima el agua es templada.
La principal recomendación es que no entres al agua si tienes una herida a porque hay posibilidades de atraer algunos animales que preferirías tener lejos.
Los fines de semana hay barcos públicos que van a la playa desde la Marina do Davi en Manaos, en un viaje de 30-40 minutos. Esto lógicamente hace que esté mucho más concurrida de lo habitual, así que si quieres estar prácticamente solo, deberías ir en una excursión.
Reserva de Mamirauá
Otra área espectacular para hacer incursiones a la selva es Mamirauá, que al estar más alejada de Manaos hace que la experiencia sea todavía más auténtica.
En una excursión a la reserva vas a conocer las comunidades indígenas locales (ribeirinhos), donde hace años se viene trabajando en un proyecto para la pesca sustentable del enorme pirarucú, una especie que puede medir más de 3 metros de largo, pesar hasta 250 kg y que tiene la capacidad de pasar largo tiempo fuera del agua.
Además de perezosos, coatíes, el llamativo mono uakari calvo y otros mamíferos terrestres, el parque es famoso por sus aves (más de 400 especies) y animales acuáticos, como los delfines, manatíes y caimanes, al ser una zona altamente inundable.
La ciudad más cercana a Mamirauá para comenzar las excursiones es Tefé, desde donde son aproximadamente dos horas en bote rápido.
Presidente Figueiredo
Una opción cercana para pasar unos días, a la que puedes llegar por tierra, es Presidente Figueiredo. Sin alejarte demasiado del pueblo, hay una gran cantidad de caminatas para hacer que te llevan por la selva a cuevas y, especialmente, cascadas.
Lo bueno es que muchas de las caminatas puedes hacerlas por tu cuenta sin guía, incluso llegando en bus.
Una de las cosas que debes hacer es, conocer la Cascada Cachoeira Santuário, ubicada a unos 100 kilómetros al norte de Manaus, es uno de los principales destinos turísticos para los visitantes de la región. Situada a lo largo del río Urubui, donde las aguas negras se encuentran con el fangoso Amazonas, está rodeada por una espesa selva tropical y enormes rocas cubiertas de musgo.
Realiza un voluntariado
Una oportunidad fantástica para conocer esta región, es formando parte de un voluntariado en el Amazonas brasileño, donde ayudarás a algún proyecto local y a cambio recibirás alojamiento, comida y otros beneficios, dependiendo del acuerdo.
Además de permitirte viajar sin pagar alojamiento, lo cual es ideal en un viaje mochilero, pasar un tiempo rodeado de gente local te hará conocer mucho más a fondo la cultura de la zona y llegar a lugares que como turista pasarías por alto.
