El Desierto del Sahara es uno de los lugares que más curiosidad despierta en los viajeros que visitan la región. Desde algunos de los países que lo integran, parten distintas excursiones con el fin de descubrir las historias, el pasado y la conformación de este gran campo de arena, rocas y suelo árido. Existen distintas opciones para visitar el Desierto del Sahara y es por eso que en este post listaremos las mejores de ellas, desde los principales países turísticos que lo rodean como Marruecos, Egipto y Túnez.
Stop importante: la limitación de este post a solo 3 países no busca desmerecer a Libia, Argelia, Chad, Eritrea, Níger, Mauritania, Mali y Sudán, países que también son bañados por el desierto, sino por una cuestión focalizar en algunos de ellos (los más turísticos y preparados) y no crear un post de longitud infinita.
Desde Marruecos
1. Visitar las dunas desde Marrakech
El Desierto del Sahara es uno de los más grandes del mundo, y se sienten los largos tramos cuando hay que viajar desde una ciudad hacia la otra. Una de las mejores formas para recorrer el desierto y llegar a sus dunas, es a través de camionetas 4×4 que parten desde Marrakech. El camino puede ser un tanto extenso pero visitar las erg (o las dunas) es una de las mejores experiencias.
Los dos erg más famosos para visitar desde Marrakech son Erg Chrebbi y Erg Chigaga, sitios turísticos (aunque no tanto) donde se pueden ver uno de los mejores atardeceres del mundo, observando el cambio de color y el sol cayendo “sobre la arena”.
Las dunas más altas alcanzan los 150 metros y, a pesar que el camino puede ser largo y cansador, existe la posibilidad de alojarse en las famosas “haimas” o campamentos cercanos a las dunas, toda una experiencia que prácticamente todos los viajeros quieren realizar.
2. Paseos en quads
Desde los campamentos y hacia el desierto (y viceversa) las empresas ofrecen distintas formas de traslado, claro que las camionetas 4×4 son la mejor opción pero en muchas oportunidades también dejan conducir quads (cuatriciclos) o buggies por la arena: adrenalina y paisajes garantizados.
3. Paseos en dromedario
A pesar que no estemos de acuerdo con el uso de animales para transporte, especialmente en el siglo XXI, los paseos en dromedario por el desierto son un hecho que no se puede ignorar. Muchas empresas ofrecen este servicio a los viajeros y depende de ellos tomarlo o no.
Desde Egipto
4. Safari por los desiertos
Claro que Desiertos del Sahara hay uno solo pero, al contar con más de 9 millones de kilómetros cuadrados de extensión (el mismo tamaño que China), los distintos países le colocan nombres variados a las zonas, especialmente tematizados por sus condiciones.
Desde Egipto, la mayoría de las excursiones parten desde El Cairo, la capital del país y sitio que utilizan la mayoría de los viajeros para poder visitar las pirámides. A pesar que las excursiones puedan ser un tanto largas por la cantidad de kilómetros que las separan de los atractivos, los destinos valen completamente la pena.
- Desierto blanco: es el que se encuentra más próximo al Oasis de Bahariya, a casi 400 kilómetros de El Cairo, un sitio rodeado de formaciones de piedra caliza.
- Desierto negro: a diferencia del anterior, el desierto está cubierto por una piedra llamada dolerita, de origen volcánico. El sitio es sumamente interesante y recomendado por los viajeros.
Desde Túnez
5. Safari en jeep
Una de las localizaciones más conocidas para aquellos fanáticos de Star Wars, son las formas y sectores del Desierto del Sahara desde Túnez. La mayoría de los tours parten antes del amanecer desde Tozeur, el último oasis antes de adentrarse en el desierto, momento ideal para observar los cambios de colores que también se destacan al atardecer.
Dato viajero: al igual que desde Marruecos, desde Túnez puede recorrerse el desierto en quads y en dromedarios.
6. Un recorrido por los límites del Sahara en el “Lagarto Rojo”
Recorrer el Desierto del Sahara desde Túnez es una experiencia diferente y, más aún, si se hace en el mítico «Lagarto Rojo» (o Red Lizard, en inglés), un tren del año 1900 que recorre las montañas del norte, permitiendo observar vistas panorámicas desde otra perspectiva de la “antesala” al desierto.
El tren turístico recorre las vías por un tramo de 2 horas, atravesando túneles, cañadones y hasta oasis. Los vagones están integrados por sectores para pasajeros, un vagón con techo de cristal y hasta un vagón bar donde tomar algo mientras se disfruta del paisaje.
El Desierto del Sahara es un sitio único en el mundo, ideal para recorrerlo en cualquier forma, admirando la naturaleza y adentrándose en la cultura de quienes habitan en sus oasis.
