Santa Catarina es reconocida mundialmente por Florianópolis, Bombinhas o Camboriú… pero entre sus más de 500 km de costa se esconden rincones que pocos viajeros conocen.
Si lo que buscas es naturaleza, silencio y paisajes intactos, estas 8 playas secretas son perfectas.
Prepárate para caminatas, aguas cristalinas y arenas donde el tiempo parece detenerse.
1. Lagoinha do Leste (Florianópolis)
Un verdadero tesoro escondido. Esta playa parece cortada del mundo: no hay autos, ni bares, ni música… solo bosque atlántico, mar abierto y un viento que limpia todo ruido urbano.
Se llega de dos formas:
- En barco desde Pântano do Sul o Armação.
- A pie por senderos que atraviesan el bosque (el de Pântano do Sul tiene 2,3 km y es más exigente).
Entre sus dos morros cubiertos de vegetación se abre una playa amplia y salvaje; detrás, una laguna de agua dulce le da su nombre. El plan es simple: descansar, caminar, meterse al mar y subir al Morro da Coroa, desde donde se ve el contraste perfecto entre océano y laguna.
- Importante: no hay servicios. Lleva agua, comida y regresa con tus residuos. Si llovió, evita los senderos porque pueden ponerse resbalosos.
2. Praia de Naufragados (Florianópolis)
En el extremo sur de la isla, lejos del bullicio, aparece esta playa salvaje cuyo nombre recuerda antiguos naufragios. Llegar hasta ella es una aventura en sí misma.
El único acceso es un sendero de 2,5 km desde Caieira da Barra do Sul: bosque denso, miradores naturales y pequeños arroyos marcan el camino. Al llegar, la recompensa es enorme: arena blanca, mar abierto y un paisaje que parece intacto desde hace siglos.
En uno de los extremos están las ruinas del Forte Marechal Moura de Naufragados, construido a fines del siglo XIX y todavía accesible.
- No hay bares ni sombra natural. Lleva todo lo necesario.
3. Praia do Maço (Palhoça)
En pleno Vale da Utopia, entre montañas y acantilados, aparece esta playa diminuta de apenas cincuenta metros. Su tamaño no importa: el entorno lo dice todo.
Se accede caminando unos treinta minutos desde Praia da Pinheira o Praia de Cima. Nada de autos ni estructuras: aquí reina el silencio.
Puedes acampar en áreas permitidas, recorrer senderos del Vale da Utopia o ir hasta el mirador para ver uno de los atardeceres más hermosos del litoral catarinense.
- No hay baños ni comercios. Ve preparado y llévate toda tu basura.
4. Praia do Cação (Bombinhas)
Una pequeña playa casi secreta entre las colinas verdes de Bombinhas. Tiene apenas sesenta metros y recibe su nombre por el cação, un tiburón costero que solía habitar la zona.
Se llega caminando quince minutos desde Praia da Tainha o también en lancha/kayak desde Canto Grande o Mariscal.
Sus aguas son claras y generalmente calmas, perfectas para snorkel, nadar o simplemente recostarse al sol.
- No hay servicios. Lleva agua, comida y protector.
5. Praia da Tainha (Bombinhas)
Uno de los secretos mejor guardados de los locales. Está dentro del Parque Municipal do Morro do Macaco y muestra acantilados verdes, arena clara y aguas cristalinas.
Se accede:
- Caminando desde Praia de Canto Grande o Praia do Cação por senderos cortos pero empinados.
- En 4×4 durante temporada baja por un camino de tierra (aun así, recomendable dejar el auto arriba).
- En kayak o bote.
El mar es transparente, ideal para snorkel, y en los bordes se forman hermosas piscinas naturales. Desde allí también parten senderos hacia el famoso mirador del Morro do Macaco.
- Totalmente natural y sin infraestructura. Ve preparado.
6. Praia da Ilhota (Itapema / Porto Belo)
Un lugar perfecto si quieres tranquilidad sin alejarte demasiado de la ciudad. Tiene aguas cristalinas, áreas rocosas y un ambiente muy calmado.
Es ideal para nadar, explorar pequeñas piscinas naturales y disfrutar de restaurantes de mariscos cercanos.
Se llega fácilmente caminando desde partes céntricas de Itapema.
- Para explorar las rocas, lleva calzado adecuado.
7. Praia da Ilha de Porto Belo (Isla de Porto Belo)
A solo 900 metros del continente, esta playa —también llamada João da Cunha— combina aguas transparentes, actividades acuáticas y un entorno perfecto para familias.
Puedes llegar en lancha desde Porto Belo. Una vez en la isla, se puede hacer snorkel, kayak, stand up paddle o recorrer sus senderos costeros.
- Tiene algo de infraestructura, por lo que es ideal para pasar el día cómodamente.
8. Praia Vermelha do Sul (Palhoça / Sur de Florianópolis)
Un refugio rodeado de acantilados rojizos y vegetación atlántica. Para llegar hay que caminar desde Praia do Pântano do Sul o Praia do Sol; la caminata es de nivel moderado, pero el paisaje final lo vale.
Es una playa silenciosa, amplia y sin intervención humana. Perfecta para nadar, explorar rocas y desconectar completamente.
- No hay sombra ni servicios. Lleva agua, comida y elegí días con buen clima.
Estas playas muestran otra cara del litoral catarinense: natural, silenciosa y llena de rincones que aún conservan su esencia original.
Si buscas playas vírgenes y experiencias fuera de lo turístico, Santa Catarina tiene mucho más para ofrecer de lo que imaginas.
