No es Los Ángeles, no son las avenidas de Nueva York ni las tiendas de Mónaco, es una combinación de toda la moda, el glamour y la prolijidad ubicadas en un solo lugar, alejado de las grandes ciudades pero dejando su impronta en el sur del país: Charleston, una ciudad super chic con un pasado controversial ubicada en el estado de Carolina del Sur, en Estados Unidos.
Una ciudad donde ningún detalle es menor, donde el ruido del mar parece que suena con música y donde nada está ahí “porque sí”. No te pierdas este post donde te contaremos todo acerca de Charleston y cómo hacer para visitar esta ciudad.
Charleston, una ciudad fotogénica
Hay ciertos lugares en el mundo donde los nuevos influencers enloquecen y Charleston, seguramente sea uno de ellos. Es un lugar donde el viajero camina entre edificios históricos, casas antiguas pintadas en diferentes colores, jazmines en los canteros y hasta sitios cinematográficos que solo los más románticos y cinéfilos los pueden descubrir.
¿Sabías que en Charleston se filmó la película «Diario de una Pasión» (o el «Diario de Noah», en algunos países) y «Lo que el viento se llevó»?
La actividad principal para hacer en Charleston es dejarse llevar con sus escenarios de película y, si estuviésemos viviendo la época de la antigua cámara fotográfica “llenado el rollo” con postales encantadoras.
Stop histórico: Charleston supo ser una colonia británica, hecho por el cual lleva el nombre con la que se conoce al a ciudad, gracias al Rey Carlos II de Inglaterra. Sus huellas también remontan a la época de la esclavitud, al comercio portuario, a piratas, a la Revolución Americana, al comienzo de la Guerra Civil y hasta al paso de diversos huracanes. Entre otras palabras, es una ciudad que lo vio todo.
¿Cómo llegar a Charleston?
Una de las maneras más sencillas y utilizadas para visitar la ciudad es a través del aeropuerto Charleston International Airport, lugar por el cual llegan vuelos desde distintas partes de Estados Unidos.
Para los viajeros que visiten Nueva York, el vuelo hacia Charleston dista de unas pocas 2 horas.
¿Qué hacer en Charleston?
Visitar las plantaciones
Desde un principio contábamos que el pasado de Charleston fue muy controversial. La ciudad de Charleston y especialmente el estado de Carolina del Sur, aprovechó su cercanía al mar para formar parte de uno de los mayores desastres humanitarios del mundo: la esclavitud.
Según la historia, durante el momento de apogeo de esta atrocidad, más del 40% de esclavos africanos que llegaba a Estados Unidos por altamar, lo hacía a través de Carolina del Sur.
Los esclavos eran enviados a las plantaciones de algodón y arroz, las cuales, hoy en día, muchas de ellas cuentan con museos contando la historia de las familias que se encontraban allí, mostrando la historia y el pasado para que nunca vuelva a suceder en el futuro.
Dato de viajero cinéfilo: para quienes hayan visto la película, la plantación de Boone Hall es la casa de verano de los padres de Allie, la protagonista de Diario de una Pasión. Hoy en día se plantan fresas y tomates y cuenta, además, con un museo de mariposas.
Caminar por el French Quarter
Como te contábamos en un principio, Charleston es una ciudad sumamente fotogénica (ideal para Instagram), gracias a su prolijidad y construcciones color pastel que tan bonitas decoran las calles aledañas.
El French Quarter (o el barrio francés) es uno de los mejores sitios para caminar por Charleston con callejones, callejuelas y balcones de hierro forjado.
Para Instagram: uno de los imperdibles a pocos metros de French Quarter es Rainbow Row, una hilera de 13 casas de estilo gregoriano pintadas color pastel.
Conocer el oscuro pasado
Además de las plantaciones, uno de los lugares más escalofriantes de Charleston es el Old Slave Mart Museum que, en otras palabras, es el edificio donde se subastaban al mejor postor, los esclavos provenientes del continente africano, prohibido en el año 1865 pero continuado por algunos años más en la clandestinidad. Hoy en día es el Museo de historia afroamericana.
Buscar piñas por doquier
Según la historia de Charleston, cuando los marineros regresaban a sus casas de altamar, traían consigo frutas exóticas (piñas) y las dejaban en las puertas de sus casas, avisándoles a sus amigos que habían regresado.
Esta tradición se refleja en distintos puntos de la ciudad donde pueden verse estas frutas decorando los edificios pero, el más representativo, es la fuente en forma de piña que se encuentra en el Waterfront Park que, dicho sea de paso, un gran lugar para descansar o pasar tiempo al aire libre.
Dato viajero: cuando se camina por Charleston, no hay que dejar de ver el mar. ¿Por qué? Porque pueden verse delfines nadando en libertad a pocos metros de la orilla.
Pocas palabras hacen falta para describir a una ciudad como Charleston que hace que no haya rincón, esquina o callejón que no quiera ser visitado. Una ciudad con tanto para ver que es necesario visitarla al menos una vez en la vida.
