La Patagonia Argentina, además de sus paisajes de postal, esconde secretos de civilizaciones que vivieron en cada uno de sus rincones y que, año tras año, siguen siendo descubiertos. La Cueva de las Manos es uno de esos sitios donde la expresión cultural se dio a través del arte rupestre, no solo a través de la impresión de partes del cuerpo, sino también de animales y hasta de formas de vida. Cómo llegar a la Cueva de las Manos puede resultar todo una incógnita no solo para viajeros argentinos sino también para visitantes que no conocen nada del país.
En esta nota, te contaremos todo lo que tienes que saber sobre cómo hacer para visitar la Cueva de las Manos y qué ver en el considerado sitio arqueológico más importante de la provincia de Santa Cruz.
¿Qué es la Cueva de las Manos?
Conocer acerca de la vida de las civilizaciones antiguas se hace posible gracias al trabajo de científicos, quienes se dedican a buscar estas huellas que los antepasados han dejado plasmadas en distintos sitios. A pesar que la Patagonia (y el mundo) está repleto de arte rupestre y que, casi de manera lúdica, se van encontrando como si fuese una búsqueda del tesoro, la Cueva de las Manos, es una de las más importantes de la Patagonia Argentina.
Ubicada en el noroeste de la provincia de Santa Cruz, al sur de Argentina, la Cueva de las Manos es una de las tantas huellas que han dejado las civilizaciones paleolíticas sobre el cañadón del Río Pinturas.
Casi a 88 metros sobre el nivel del río, con una longitud de 600 metros y a casi 20 metros de profundidad, se encuentra el sitio arqueológico Cueva de las Manos, evidencia del paso de los pueblos cazadores recolectores de más de 9 mil años de antigüedad.
La importancia de la Cueva de las Manos y, diferenciándose de los sitios de arte rupestre de la provincia y del país, se destaca por su belleza y complejidad ya que no son simples manos sino que, además, las civilizaciones utilizaron la técnica del “negativo” para crear las formas, adosando escenas de caza, animales y formas geométricas que ayudaron a comprender cómo vivían los pueblos originarios de la Patagonia Argentina. Según la historia, muchos de estos registros datan desde al menos el año 7350 a.C.
Dato curioso: además de manos en forma de “negativo” también hay patas de ñandú y guanaco.
Cómo llegar a la Cueva de las Manos
Como te contábamos anteriormente, la Cueva de las Manos se encuentra en el cañadón formado por el Río Pinturas, al noroeste de la provincia de Santa Cruz.
La pregunta de cómo llegar a la Cueva de las Manos parece algo un poco difícil tratándose de un sitio alejado de toda urbanización, pero la realidad es que debe hacerse recorriendo la escénica Ruta 40, una de las rutas más bellas de Argentina que atraviesa todo el país -sí, literalmente cruza de norte a sur bordeando toda la Cordillera de los Andes-.
Si estás buscando información acerca de cómo llegar a la Cueva de las Manos en auto, debes saber que la localidad más próxima a este lugar es Bajo Caracoles, que se encuentra a unos 47 kilómetros del sitio, por camino de ripio en buen estado que puede hacerse en aproximadamente una hora.
El segundo pueblo más próximo de la Cueva de las Manos es Perito Moreno, ubicado a 163 kilómetros de la entrada al sitio arqueológico.
Dato viajero: hay agencias de viajes que ofrecen la excursión hacia la Cueva de las Manos para quienes no cuenten con vehículo propio.
Cómo visitar la Cueva de las Manos: consejos y recomendaciones
El ingreso al sitio arqueológico es el lugar donde puede estacionarse el vehículo y aguardar a la salida de las visitas guiadas, ya que únicamente puede visitarse acompañado de un guía.
Dato curioso: la Cueva de las Manos cuenta con pasarelas y un pequeño enrejado que evita que los turistas “toquen” las pinturas, hecho que estaba permitido hace algunos años atrás, hasta que se descubrió que esto deterioraba el arte rupestre.
Desde el centro de visitantes hasta la Cueva de las Manos, dista una distancia de 1300 metros que cuenta con algunos escalones y desniveles, por lo que para personas con movilidad reducida una alternativa es aprender la historia y los procesos que llevaron al estudio del sitio a través de las exposiciones del Centro de Interpretación, sumamente interesantes para interiorizarse con el tema.
El recorrido hasta llegar a la Cueva de las Manos es tan mágico como el sitio en sí: los farallones y las grandes paredes de roca forman un paisaje “de película”, ideal para adentrarse en el sitio. Una vez arribados a la Cueva de las Manos, los guías explican algunas técnicas y pinturas que representaban historias, instrucciones y creencias de los pueblos originarios (los tehuelches) que habitaron en la zona y sus antecesores.
Dato curioso: las pinturas más antiguas tienen 10 mil años de antigüedad y, las más recientes, unos 3 mil años.
Los materiales utilizados para las pinturas eran obtenidos de la naturaleza donde mezclaban y molían sus sedimentos para formar la contextura deseada. Generalmente las manos cuentan con pigmentos de color blanco (por la piedra caliza), negro (por el carbón vegetal) y un amarillo, utilizado por minerales obtenidos en los cañadones.
Su importancia arqueológica, su belleza artística y su función para el estudio de la humanidad hacen de la Cueva de las Manos un sitio clave que visitar en la provincia de Santa Cruz, donde la naturaleza y la forma de pensar han dejado intactas las huellas del pasado invitando a los más curiosos a descubrir sus secretos mejor guardados. ¿Apuntarías este lugar en tu lista?
