Todo el mundo debe conocer la historia del mítico vampiro que toma sangre y habita, solitario, en los bosques de Transilvania: el famosísimo, Conde Drácula.
El Castillo de Drácula, ubicado en el corazón de Rumania logra hacer volar la imaginación de quienes han leído la historia de este diabólico personaje haciendo una visita al lugar donde, supuestamente, ocurría todo.
En este post te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre cómo conocer el mítico castillo y las historias que se esconden detrás.
¿Era Drácula un personaje real?
A pesar que parezca mentira (y cause escalofríos) el personaje de Drácula realmente existió. El Conde Vlad Tepes, el “empalador” o Vlad Draculea (como le decían a su padre, ya que Dracul en rumano significa demonio), habitaba en un castillo de Valaquia, en la región de Transilvania, en Rumania. La forma de castigar a sus enemigos ha sido lo que le ha hecho poner su nombre: clavándolos en una estaca.
En el Siglo XIV, el imperio otomano trató de avanzar sobre esta zona de Rumania y, según la historia y para proteger a su país, el Conde se ganó la fama del miedo y de qué le hacía a sus enemigos, para poder asustar a quien se atreviese a pasar por esa zona.
A medida que el tiempo pasó y las historias aumentando, en 1882 el escritor Bram Stocker comenzó a escribir una historia sobre un personaje realmente diabólico que asustó a más de un niño durante varios años y logró, que quede para el recuerdo.
El “Castillo de Drácula”
La visita al castillo es uno de los principales atractivos del país y una de las historias más famosas de Rumania, lo que implica que es una visita imprescindible. El recorrido hasta Bran es muy sencillo y se puede acceder en transporte público en 30 minutos desde Brasov. Si se prefiere organizar el recorrido, por ser uno de los puntos turísticos más importantes del país, muchas agencias de viajes ofrecen excursiones al castillo y sitios aledaños.
Para poder acceder al castillo es necesario comprar un ticket a la entrada o de manera online y de esta forma ingresar al mítico escenario.
La visita puede hacerse por vía libre ya que dentro del castillo, todos los caminos están señalizados facilitando conocer su interior. Una vez dentro, las fotos y relatos cuentan la historia del mítico Conde Drácula y permiten al viajero adentrarse, conocer y horrorizarse con esta fantástica historia. La mueblería, datada en 1918, perteneció a su ultima residente quien vivió allí hasta terminada la Segunda Guerra Mundial.
Lo mejor para hacer en el castillo, además de comprar todos los tipos de souvenirs posible, es observar los balcones y los patios internos que tienen vistas espectaculares al entorno y al castillo en sí.
Por otro lado, algo que no muchos viajeros hacen, es salir al exterior del castillo, bordearlo y ascender a la montana, esto permite tener vistas al castillo que son realmente de película.
Recorrer el castillo no lleva más de dos horas, pero para completar la visita, lo mejor es alojarse en los hoteles aledaños, ya que en su mayoría cuentan con habitaciones con vistas al castillo, permitiendo verlo de noche y tenuemente iluminado haciendo que la historia, casi que cobre vida.
Derribando mitos
En Rumania se emplazan decenas de castillos, especialmente en la región de Transilvania y sus alrededores. El Castillo de Drácula o el Castillo de Bran, como también se lo conoce, es, por lejos, el castillo más famoso de todo Rumania y uno de los más visitados. Sin embargo, según historiadores éste no es el hogar del Conde Drácula, entonces ¿la historia es mentira?
La realidad es que el Conde Drácula solo pasó algunas noches como prisionero en el Castillo de Bran, conocido como el Castillo de Drácula. El Conde vivió, la mayor parte de su vida, en el Castillo de Poenari, ubicado en Valaquia, justo en el limite donde comienza Transilvania.
El castillo de Poenari se encuentra rodeado de bosques con vasta vegetación y merodeado por osos que sí viven allí. El castillo se encuentra completamente en ruinas y ascender implica una caminata de 30 minutos a través del bosque y peldaños. Pareciera el lugar perfecto para alguien a quien llaman diabólico…
Sin embargo, el Castillo de Bran, para el relato mundialmente conocido, cumple con todas las características que la historia describe y todo lo que sucede en este castillo, esté ambientado a este mítico personaje.
Dato para los más curiosos: el Castillo de Poenari se puede visitar y ascender. El castillo no son más que ruinas pero el ambiente en el que está emplazado, da esa sensación de adrenalina como cuando en una película de terror, se sabe que está por pasar algo. Es importante tener en cuenta que los osos viven libremente y, si las autoridades descubren algún animal merodeando, se cierra el camino.
El Castillo de Drácula es un mito mezclado con realidad que hace que los escalofríos estén presentes hasta en los mas valientes y a quienes visitan la legendaria región de Transilvania.