Nuestro planeta cuenta con tanto para hacer en la naturaleza que hay veces que el hombre no toma dimensión de la cantidad de actividades que se pueden hacer sin impactar negativamente en el medio ambiente.
Los deportes extremos (en su mayoría) son una de esas actividades que permite que se utilice como medio a la naturaleza, pero sin generar algún impacto corrosivo.
El mar, es uno de los propulsores de los deportes extremos: buceo, kayak, surf, windsurf entre muchísimos más.
Sin embargo, en este post, te contaremos acerca del freediving: un deporte extremo que de a poco se va haciendo más conocido y que requiere de una relajación y concentración extrema. Si! Adrenalina con relajación: el freediving, apnea o buceo libre.
El freediving es aquel deporte que implica bajar a las profundidades del océano por el tiempo que se aguante la respiración, en otras palabras, básicamente sentirse una sirena.
El deporte debe realizarse siempre acompañado y con un entrenamiento previo, ya que a pesar de la necesidad de estar relajado, no deja de ser un deporte de riesgo. El freediving no se necesita equipamiento específico si no se cuenta con uno (como sucede con el buceo) sino que los principiantes pueden sumergirse solo con máscara y aletas.
La meca del freediving se encuentra en Dahab, en Egipto, sobre la península del Sinaí, al extremo noreste del país donde se pueden aprovechar las profundidades y los secretos del Mar Rojo.
Aquí te invitamos a conocer el lugar elegido y que deberías visitar si eres un fanático del freediving, en Egipto: Dahab.
¿Por qué es tan especial?
Dos palabras: Blue Hole, que en español significan: agujero azul. Es un accidente geográfico rocoso formado por la última glaciación donde el nivel del mar se encontraba a varios metros por debajo del nivel actual. Años más tarde, los niveles del mar subieron y quedó en las profundidades del Mar Rojo, lo que parece una cueva submarina vertical que forman este color azulado y seduce a todos los buceadores y freedivers.
El Blue Hole, tiene más de 100 metros de profundidad. Es el preferido por la adrenalina que conlleva sumergirse en las aguas y por la facilidad de llegada, ya que se encuentra bastante próximo a las costas. Claro que no hay forma de llegar al fondo, pero los alrededores y la vista del agujero de por sí, llevan a los más curiosos a nadar por allí.
Arrecifes, fauna marina y secretos subacuáticos
En Dahab, los arrecifes próximos al Blue Hole y a la costa, son una especie de tentación para todos los buceadores y freedivers que pueden observar la maravillosa y diversa fauna de su alrededor.
En Dahab, además del Blue Hole, se emplaza un museo subacuático formado por metales reciclados formando figuras y ayudando a la formación de coral.
Dato curioso: La más conocida y fotografiada por profesionales es un elefante, una imágen que da que hablar.
Otro de los secretos subacuáticos que esconde el Mar Rojo, en Dahab, es un barco hundido de 128 metros que, a diferencia de la gran cantidad de barcos hundidos intencionalmente para el buceo o la formación de coral, en este caso fue hundido durante la II Guerra Mundial al ser bombardeado por los alemanes nazis. Es considerado uno de los naufragios más espectaculares del mundo, ya que además de la importancia y la sensación que provoca el barco, se puede bucear entre motocicletas, balas, alas de aviones y camiones.
Los corales, la visibilidad y la temperatura del agua hacen que sea el lugar elegido por todos aquellos que quieran incursionar en este mundo submarino.
En otras palabras, es como si fuese el Louvre de los artistas, el Disney de los niños y la Roma de los historiadores; es el lugar de reunión de los profesionales, principiantes y fanáticos del freediving.
Dahab, un verdadero oasis en Egipto
La historia de Dahab, turísticamente hablando, se remonta al año 1990 cuando comenzaron a llegar los primeros intrépidos turistas a ver de qué se trataba este fenómeno natural llamado Blue Hole.
En sus comienzos, Dahab era simplemente un poblado de beduinos que vivían allí por unos meses para practicar la pesca y disfrutar de sus costas. A medida que fueron pasando los años, este lugar se convirtió en un punto clave para todos los deportistas que venían curiosos buscando qué había bajo el agua y tentados por la sensación que generaba en ellos el hecho de adentrarse en un «agujero» de la tierra.
Hoy en día, Dahab es un oasis en medio de Egipto, claro que cuenta con la vorágine de cualquier ciudad egipcia, pero conserva la tranquilidad de un poblado de pequeñas familias «fundadoras». Parece un lugar chill out y bohemio gracias al clima de mochileros y pequeños bares para descansar luego de un día agitado.
Claro que Dahab se dedica exclusivamente al turismo y es posible que en ciertas temporadas, pueda haber más personas de lo esperado. Al mismo tiempo, la hospitalidad y amabilidad de los locales, la cantidad y calidad de los servicios para el turista, hacen que el lugar no pierda su esencia y los viajeros se distribuyan a lo largo de todo el poblado.
Dahab, un lugar más para agregar a la lista de lugares del planeta por conocer. Un lugar que invita a relajar y a descubrir los secretos que el mundo (aún) tiene ocultos.