Las islas del Caribe son uno de los destinos preferidos por los turistas que buscan relajarse, disfrutar en las arenas blancas y aguas cristalinas y, disfrutar de la vida subacuática de las aguas del Mar Caribe. En este caso, nos dirigiremos a un destino sumamente exclusivo, la isla de San Bartolomé o St. Barth, para los amigos y conocidos. En este post te contaremos todo lo que tienes que saber para visitar la isla, probablemente como premio después de haber ganado la lotería.
¿Por qué visitar la isla de St. Barth?
Paisajes vírgenes, espacios solitarios, inexistencia de turismo masivo y playas paradisiacas. Un destino ideal para pasar unas vacaciones de lujo y de relax junto al mar cristalino que rodea la isla.
Stop histórico: la isla de San Bartolomé fue bautizada por el mismísimo Cristóbal Colon, utilizando el nombre de su hermano, Bartolomeo. La isla, hoy en día, continua perteneciente a Francia, lo que el idioma oficial es el francés, idioma que se comparte únicamente en el sector turístico por quienes hablan ingles.
Continuando con las buenas opciones para visitar St. Barth, además de su buen clima y playas paradisiacas, cuenta con restaurantes gourmet y bares chic, todo con un super lujo y mucha exclusividad.
La isla no llega a los 10 mil habitantes, aunque durante las temporadas de verano, la cantidad de turistas hace notar su presencia, siendo en su mayoría viajeros europeos provenientes de Francia y Estados Unidos.
¿Cómo llegar?
Llegar a un destino poco visitado y paradisíaco, puede tornarse complicado pero, al mismo tiempo, es un destino donde la escasa cantidad de opciones lleva a que no cueste mucho trabajo decidir la forma en la que llegar.
Dicho esto, es importante tener en cuenta que llegar a St. Barth debe hacerse en un avión, generalmente no supera los 8 pasajeros, volando desde la isla de Saint Marteen o incluso algunos vuelos semanales desde San Juan de Puerto Rico.
La segunda opción (y la única alternativa) es viajar en ferry desde Saint Marteen hacia St. Barth a una distancia de 24 kilómetros, aunque posiblemente sea un poco obstaculizada por la situación de los oleajes del mar o la baja cantidad de turistas que la visitan.
Dato curioso: cabe destacar que la mayoría que llegan a st. Barth en barco, lo hacen en su propio yate o en yates chárter.
¿Dónde alojarse?
La isla de St. Barth, cuenta un aproximado de 25 hoteles, la mayoría de ellos con menos de 15 habitaciones cada uno, generando un clima de privacidad pocas veces vistos en el mundo. Muchos de los viajeros que visitan la isla y buscan aun más privacidad que lo que puede ofrecer un hotel, pueden alquilar villas privadas (muchas con vistas a las playas), las cuales existen casi 400 de ellas.
¿Qué hacer en St. Barth?
Visitar las 16 playas
Siendo una isla de solamente 22 kilómetros de extensión, visitar las playas es tarea fácil y permite a los viajeros distribuirse los días de manera tal que se puedan “probar” todas y relajarse en esas arenas blancas de ensueño que se ven en las películas.
Para recorrer todo lo que se pueda, a pesar de ser una isla pequeña, lo mejor es rentar un auto o una moto.
Las playas se distribuyen alrededor de la isla. Muchas veces, los ingresos a las playas pueden ser un tanto complicados pero hacen que el entorno natural y los secretos que se esconden, finalicen en postales únicas. Hay ciertos accesos de playa que terminan en acantilados e incluso piscinas naturales 100% exclusivas y, como te contábamos antes, donde el turismo masivo es inexistente.
¿Cuáles son las mejores playas?
- Gouverneur Beach: una de las favoritas por los turistas, ubicada al sur de la isla. Lo mejor que tiene la playa es que, el acceso se hace a partir de una vasta vegetación y secretos del camino. La playa en sí es una postal de computadora: aguas tranquilas, arenas blancas y sitios ideales para nadar.
- Playa de Colombier: la más exclusiva de la isla, a través de la cual solo puede acceder con una caminata de 30 minutos de camino de piedras o en barco, ya sea privado o en alguna excursión.
St. Barth es un destino ideal para «jugar al paparazzi», siempre respetando la privacidad de las celebridades que utilizan la isla como “escape” de sus rutinas y disfrutar de la exclusividad que orgullosamente demuestra. Además de recorrer su centro pintoresco, disfrutar de gastronomía gourmet y caribeña, las playas paradisíacas de St. Barth son un sitio aun desconocido por la mayoría de los turistas pero que genera amor por quienes la visitan.
Agradecemos la foto de portada: Torrey Wiley