El bosque o la selva de Irati es un bosque repartido entre el norte de Navarra (España) y los Pirineos Atlánticos (Sola y Baja Navarra) en el suroeste de Francia. Se trata de la mayor masa forestal de Navarra y uno de los mayores y mejor conservados bosques de hayas (Fagus sylvatica) y abetos (Abies alba) de toda Europa. Si estás buscando alojamiento en la selva de Irati, no te pierdas este post en donde te contaremos con lujo de detalle de qué se trata Irati Barnean, el nuevo complejo con forma de iglús que brinda toda una experiencia en sí misma.
En cuanto a lo que respecta al complejo y hospedajes, los mismos están formados por cuatro iglús, gestando una experiencia ideal en un destino sumamente oportuno para aquellos viajeros que deseen desde lo más profundo alejarse de las grandes ciudades y evitar sus correspondientes aglomeraciones. Por su parte, los iglús están acondicionados para recibir: dos para cuatro personas y otros dos con dos habitaciones anexas.
Se trata de cuatro iglús que conservan 5 habitaciones-suites bautizadas con nombres en euskera de árboles de la zona: Urkia, Izeia, Ezkia, Haritz y Pagoa. En su interior, están equipados con una pequeña nevera, un microondas y una cafetera, además de grandes espacios abiertos y amplias terrazas con hamacas para disfrutar de un atardecer incomparable en el corazón de la Selva de Irati.
Un dato a tener en cuenta es que, en cuanto a dormitorios, cuentan con una habitación adaptada para personas con movilidad reducida y otra para viajeros que decidan viajar con sus mascotas. El complejo Irati Barnean cuenta también con un espacio común -Oihana-, un área con cocina y pequeña biblioteca. De todas formas, para almorzar, desde el propio alojamiento también recomiendan dirigirse hacia algunos de los restaurantes cercanos al lugar.
Los jóvenes responsables a cargo de este proyecto son Marina Otazu e Iñaki Celaya, oriundos de Pamplona y quienes han levantado en Orbaizeta el nuevo alojamiento Irati Barnean, una iniciativa pionera de alojamiento rural basada en edificaciones modulares y sostenibles con forma de iglús de madera. Según han indicado en diálogo con otros medios, tan solo buscaban un espacio rodeado de naturaleza para pasar los fines de semana, pero el lugar al que llegaron les gustó tanto que decidieron trabajar durante un año para materializar allí su sueño y poder verlo concretado.
Sus propietarios buscaban «responder a las tendencias del turismo actual» y «combinar el respeto por el medio ambiente con un servicio diferenciado y exclusivo». Las estructuras mismas que dan forma a cada uno de los iglús han sido creadas a partir de un innovador sistema de edificación modular y ecológica que se adapta tanto a climas fríos como cálidos, por lo que en Irati Barnean ningún detalle está librado al azar.
A partir de esta experiencia, posible de ser disfrutada por los huéspedes desde el pasado 4 de junio, en Irati Barnean se proponen atraer un turismo de calidad que tenga como principal motivación ponerse en contacto con la comunidad. Para ello, cuentan con diferentes propuestas en colaboración con empresas locales de forma tal que contribuyan a impulsar el empleo de las zonas rurales. Se trata de proyectos responsables y relacionados con el turismo activo entre los cuales se destacan, por ejemplo, recorridos por la Selva de Irati de la mano de un biólogo experimentado o rutas guiadas con bicicleta eléctrica.
Si te ha picado el bicho de interés por saber más de este lugar, o tienes un viaje previsto y quisieras conocerlo, debes saber que de por sí cualquier época del año es buena para visitar la Selva de Irati gracias a la riqueza paisajística existente en esta joya natural. No obstante, si pudieras programar con mucha anticipación una experiencia de descanso aquí, la recomendación es visitar Irati es el otoño, entre los meses de octubre y noviembre, ya que es la mejor temporada que ofrece un colorido espectacular para quienes la ven.
Hasta el momento, pasar la noche aquí es posible por una media de 200 euros por noche y con desayuno incluido.