Los bosques más bonitos de Europa son esos lugares que, aunque uno los vea en vivo y en directo, se siente como dentro del fondo de pantalla de una computadora. Espacios naturales, hogar de animales, pulmones del planeta y postales vivientes de un mundo tranquilo, en algunas ocasiones místico y hasta con secretos ocultos que despiertan la curiosidad en los viajeros que los recorren. No te pierdas este post donde te contaremos cuáles son, para nuestra opinión, los bosques más bonitos de Europa, qué tienen de especial y las incontables razones por las que habría que visitarlos.
Cuáles son los bosques más bonitos de Europa
Encantadores, místicos, perturbadores, con secretos, causantes de historias, mágicos… Los más bonitos e imperdibles bosques en Europa se han ganado su característica por alguna razón, vamos a averiguarlo:
1. Selva Negra, Alemania
A diferencia de su nombre, la Selva Negra no es una selva sino un bosque y no es negra sino verde y tan verde que, a distancia, se ven los bosques tan densos que parece negro. (¿Mito develado?).
La selva Negra es uno de los bosques más bonitos de Europa y probablemente del mundo, donde sus paisajes diversificados entre viñedos, lagos, barrancos y valles se entremezclan con los 321 pueblitos “de cuento” que se construyeron en su interior, una experiencia única que visitar en cualquier momento del año.
- Cómo visitar la Selva Negra: en auto, a pie, en recorridos en bicicleta o en tren (en una de las mejores rutas europeas que recorrer en tren), pudiendo elegir entre los distintos pueblitos para poder descender y disfrutar de la gastronomía.
Consejo viajero: no irse de la región sin haber develado uno de sus datos curiosos sobre la Selva Negra: su gastronomía, el Schwarzwälder Kirschtorte que significa ““torta de cerezas de la Selva Negra”.
2. El Bosque de Brocéliande, Francia
En Bretaña, la región francesa del Canal de la Mancha, se encuentra otro de los bosques más bonitos de Europa, causante de historias de cuentos medievales como el Rey Arturo y el mago Merlín, creado por su ambiente mágico y místico que atrae a más de un creativo.
El Bosque de Brocéliande cuenta con más de 7 mil hectáreas, hogar de ciervos y corzos, especies de aves y vegetación autóctona que invita a los viajeros a transitar por sus senderos, descubrir la naturaleza y claro, las construcciones inspiracionales como castillos, tumbas y fuentes.
- Cómo visitar el Bosque de Brocéliande: a pie, en bicicleta o en excursiones a caballo.
Dato importante: en muchas oportunidades se lo ha llamado como el Bosque de Paimpont, en referencia al pequeño pueblo de acceso.
3. Białowieża, Polonia y Bielorrusia
Es considerado uno de los últimos bosques vírgenes de Europa, su casi inexistente alteración humana de los últimos 400 años ha logrado que este lugar sea un contacto pleno con la naturaleza, un sitio perturbador pero encantador al mismo tiempo.
Además de su vegetación autóctona, protegida de la amenaza humana, su fauna también vive libremente ente sus sectores, pudiendo contabilizar más de 20 mil especies de animales y la especial presencia del bisonte europeo. Es importante aclarar que dentro del parque, solo una parte es reserva natural y en otra, hay construcciones como restaurantes, hoteles y aparcamientos para los viajeros que la visitan.
- Cómo visitar Bialowieza: en excursión con un guía aprobado por la oficina de Turismo de Polonia: Polish Tourist and Sightseeing Society, ubicada Palace Park de Bialowieza.
Consejo viajero: al ser una reserva protegida, el acceso está habilitado a una cierta cantidad de viaejros por año, por lo que es necesario reservar.
4. El Bosque de Sherwood, Inglaterra
Volviendo a los bosques “de cuento” nos encontramos literalmente con uno de ellos: el Bosque de Robin Hood, ubicado en la isla de Gran Bretaña.
Considerado como uno de los bosques más bonitos de Europa, el Bosque de Sherwood es un gran sitio que visitar al norte de Inglaterra, no solamente por su belleza natural y reconocimiento literario, que hace pensar estar caminando por las mismas escenas que lo ha hecho el mítico Robin Hood, sino por otro de sus protagonistas: el Roble Mayor, un árbol “el árbol británico favorito” de más de mil años de antigüedad (lugar de escondite de Robin Hood).
- Cómo visitar el Bosque de Sherwood: a pie o en bicicleta.
Consejo viajero: éste es uno de los mejores destinos de Europa para viajar con niños, ya que se realizan cientos de actividades en familia y para los más pequeños, generalmente relacionadas con Robin Hood, con la naturaleza y con leyendas del bosque.
5. El Bosque de Hallstatt, Austria
Si hay lugares de cuento que ver antes de morir, entonces Hallsat debe estar en esa lista, indudablemente. Imagina el pueblito de Hallsat, ese sitio encantador, con orillas al lago, las montañas de fondo y alguna humareda de la chimenea de algún hogar.
Imagina todo eso convertido en bosque, donde la actividad principal es admirar las vistas desde sus miradores, disfrutar del aire puro de los Alpes y donde el único sonido que se escucha es el de las cataratas del puente Mühlbach de fondo. ¿Qué mas se puede pedir?
- Cómo visitar Hallsatt: al ubicarse tan próximo a la entrada del pueblo, la mejor recomendación es visitarlo a pie o en bicicleta.
Consejo viajero: Hallsat es uno de esos pueblitos que hay que visitar al menos una vez en la vida, por lo que alojarse en la localidad austríaca por al menos una noche, es una gran recomendación viajera.
6. Bosque Hoia Baciu, Rumania
Saliendo de los paisajes de cuento nos encontramos ahora con un paisaje de historias de terror, precisamente la región del castillo de Drácula, en Rumania. Este misterioso bosque es considerado uno de los bosques más tenebrosos del mundo, una meca para los buscadores de situaciones paranormales, escenas extrañas, apariciones y…desapariciones. ¿Qué sucede en este bosque? Los rumores y la naturaleza exuberante se fusionan de tal forma que generan una escena de película que muchos querrán (o no) descubrir.
- Cómo visitar el Bosque Hoia Baciu: a pie, en bicicleta, en excursión (de día o de noche).
Consejo viajero: las actividades paranormales no son lo único que ver en el Bosque Hoia Baciu, claro que es una de las opciones más elegidas, pero también el bosque cuenta con ríos y senderos donde disfrutar de la naturaleza.
7. Bosque de Oulanka, Finlandia
Saliendo de las historias de terror, nos dirigimos a la región de la magia navideña, hacia el “Polo Norte” o próximos a la casa de Santa Claus, en Laponia, Finlandia. Uno de los bosques más bonitos de Europa se encuentra a unas horas de los árboles de navidad y los elfos trabajando, el Bosque de Oulanka tiene mucho para ofrecer y descubrir.
Así como un verdadero fondo de pantalla, el bosque finlandés se encuentra dentro del parque nacional homónimo, con paisajes con rápidos y senderos en verano y completamente cubierto de nieve durante el invierno, hogar de osos, aves, renos y alces caminando libremente.
- Cómo visitar el bosque de Oulanka: a pie, (cuenta con muchos senderos de trekking) o en excursión con guía del parque o en bicicletas de montaña.
Consejo viajero: durante el verano, los rápidos son los que se llevan todas las miradas y actividades de los viajeros más aventureros, adentrándose en la naturaleza con el rafting en los ríos del bosque, una experiencia increíble.
8. El Bosque de Sila, Italia
Del frío polar de Finlandia, nos dirigimos al agradable clima de Calabria, al sur de Italia. El Bosque de Sila integra unas 50 mil hectáreas de naturaleza, donde la vegetación y la fauna se encuentran protegidas por el Parque Nacional homónimo, uno de los 5 más antiguos de todo el país. Dentro del Bosque de Sila, es posible, además de admirar la naturaleza de uno de los bosques en Europa más encantadores, visitar los pequeños pueblitos integrados en el propio parque, fusionando y preservando el pulmón verde que los rodea.
- Cómo visitar el Bosque de Sila: a pie por los senderos, en bicicleta, a caballo o en excursión.
Consejo viajero: parte de la cultura de la región que integra el Bosque de Sila, es su gastronomía (es Italia, claro) y uno de los platos imperdibles que degustar en la zona es la mpanata una sopa hecha con ricota, suero de leche caliente y pan duro.
9. Bosque de Plitvice, Croacia
Croacia tiene destinos que atraen a todos los tipos de viajeros: desde playas, hasta aventuras en la naturaleza y pasando claro que sí, por ciudades históricas. En el caso del Bosque de Plitvice, se ha ganado su puesto en la lista de los bosques más bonitos de Europa, por ser uno de los bosques más antiguos, galardonada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las mejores escapadas naturales de Croacia. ¿Por qué? Su alta presencia de lagos, cascadas, saltos de agua y miradores hacen que sea casi un imán para los viajeros.
- Cómo visitar el Bosque de Plitvice: a pie, en barco o en tren eléctrico (¿qué tal?).
Consejo viajero: a pesar de ubicarse a varios kilómetros de la Zagreb, la capital croata, una visita es un gran respiro natural de las grandes ciudades, permitiendo admirar increíbles espejos de agua de distintos colores, de la manera que uno prefiera.
10. La Fageda d’en Jordà, España
En la provincia de Cataluña, se encuentran los conocidos como “los bosques de Catalunya”, siendo el listado de bosques, los encargados de darle cierta reputación a la región. España, como uno de los países con mayor cantidad de bosques de todo Europa, se jacta de contar con uno de los bosques más bonitos de Europa, en este caso, La Fageda d’en Jordà, con un curioso pasisaje post volcánico y rodeado por 21 volcanes, ideal para inspirar a músicos, pintores, único y pocas veces visto en el mundo.
Al ubicarse a pocos kilómetros de Girona, corresponde un gran sitio que visitar cuando se recorre esta zona de España.
- Cómo visitar La Fageda d’en Jorda: a pie o en carruajes de caballos (nosotros no alentamos a esta actividad)
Consejo viajero: es un gran destino para visitar con niños y, además, cuenta con casas rurales donde descansar por la noche. Por otro lado, a menos de 2 horas de viaje, se encuentra Forest Days, una gran opción para “acampar con lujo” en uno de los mejores glamping de España.
Los bosques más bonitos de Europa deleitan a los viajeros con sus miradores, con sus espacios tan fotográficos que hasta el viajero más amateur quisiera hacer un click con su cámara, lugares donde admirar la naturaleza y, al mismo tiempo, comprender la importancia de su preservación para las futuras generaciones.