Privilegiadamente ubicada en el mar Caribe, la isla de Saint Barthélemy –también conocida como Saint Barth, St Barths o San Bartolomé–, se trata de un destino de habla francesa que es famoso por sus playas de arena blanca y su geografía remota traducida en absoluta tranquilidad alrededor. En este post te contamos lo que tienes que saber para visitar este paraíso caribeño y qué hacer en Saint Barth si lo que quieres es disfrutar tu estadía a tope.
Saint Barth se ha convertido en uno de los destinos más glamorosos para vacacionar debido a la exclusividad que brindan sus poco más de 15 playas de privacidad de arena blanca, el diverso ecosistema marino que la rodea y sus extraordinarias opciones de hospedaje, culinarias, de moda y de estilo de vida, dentro de un ambiente de máximo descanso.
Para llegar a esta isla, las alternativas de movilidad son por mar o por aire:
- Por mar: San Bartolomé tiene varias conexiones al día por barco desde la estación marítima de Marigot: la compañía Voyager conecta las dos islas en una hora a bordo de un ferry rápido con la llegada al puerto de Gustavia. También es posible visitar Saint Barth durante una excursión de día en embarcaciones de recreo desde algunas de las islas cercanas.
- Por aire: El aeropuerto regional Rémy-de-Haenen tiene conexión directa con San Martín y San Juan de Puerto Rico. Varias compañías aéreas locales como Winair o Saint-Barth Comuter realizan conexiones diarias.
Ahora bien, si te preguntas qué hacer en Saint Barth, como el lugar preferido de muchas celebridades y de aquellos que buscan redefinir el lujo a través de experiencias excepcionales, debes saber que en este encantador destino se pueden encontrar, entre una gran variedad de propuestas, tres actividades imperdibles para disfrutar de manera única de uno de los rincones más hermosos del planeta. A continuación te contamos cuáles son:
Qué hacer en Saint Barth: los 3 planes más irresistibles
1. Picnic frente a playas de arena blanca
Con un promedio de 3.000 horas de sol al año, ya sea en la bella Saline, la impactante playa Gouverneur o la peculiar Shell Beach, podrás lograr el bronceado perfecto mientras te dedicas a caminar entre las casi imperceptibles olas en tonos turquesa rodeados por formaciones rocosas y la flora y fauna locales.
Dato viajero: Para elevar a nuevos niveles la experiencia de asolearse en las playas vírgenes de arena blanca y prácticamente privadas, Le Sereno St Barth, uno de los hoteles más emblemáticos del destino, ha creado el picnic Larusmiani, en conjunto con la precisión marca de sastrería italiana y cuya única boutique en tierras caribeñas se encuentra dentro de la propiedad.
Para esta propuesta, los viajeros podrán disfrutar de una lujosa cesta de picnic con vino rosado y tapas mediterráneas hechas por el afamado chef ejecutivo, Raffaele Lenzi. A juzgar por las imágenes, todo parece una verdadera escena de película con vistas inmejorables a lugares espectaculares como la bahía de Grand Cul-de-Sac:
2. Un paseo VIP por Gustavia
La capital de la isla, Gustavia, representa todo lo que un distrito de entretenimiento debe ofrecer pero con la exclusividad característica de este destino sofisticado: Bistrots y restaurantes de cocina internacional, divertidos clubes, una plaza central rodeada por impresionantes yates en el puerto principal.
Para los fanáticos de la moda, aquí se dan cita boutiques de las marcas de moda más afamadas a nivel mundial: Cartier, Bvlgari, Hermès, Louis Vuitton, Dolce & Gabbana, Prada e incluso algunos dentro de hoteles como la casa italiana Larusmiani –la primera en llegar a la isla y ubicada en el hotel Le sereno– que muestra en sus icónicos escaparates piezas que han sido encontrados para encontrarse únicamente en St Barth.
Sin importar si el viaje es con amigos, familia o pareja, inigualables experiencias de esparcimiento están esperando por todos.
3. Actividades acuáticas para descubrir la naturaleza
Como el lugar perfecto para los amantes de las actividades acuáticas, en la isla se puede encontrar desde remo en kayaks o stand up paddle hasta buceo pero existen un par en especial, que se pueden practicar específicamente en la bahía Grand Cul-de-Sac, una reserva marina protegida por una barrera de coral en la que continuamente se pueden observar tortugas y peces de innumerables colores: El windsurf y kitesurf, debido a su tranquilo oleaje y vientos constantes.
Si lo que buscas es un servicio premium donde obtener cada una de estas propuestas en complemento con tu estadía, debes saber que las actividades mencionadas también las puedes encontrar junto al hospedaje de Le Sereno St Barth, un hotel que se destaca por sus amplias suites y villas que han sido perfectamente diseñadas para ofrecer un ambiente de paz y tranquilidad. Como si fuera poco, además su restaurante principal, Al Mare, a cargo del chef Davide Mosca, ofrece un menú repleto de delicias italianas contemporáneas y una carta de bebidas que honra el atemporal Negroni, conforme así, una de las experiencias imperdibles en el destino.