Enamorarse de una ciudad es posible y muchos viajeros lo experimentan. En este caso, el enamoramiento vale doble: Verona, la ciudad mágica, sitio de la ficticia pero “real” historia de amor entre Romeo y Julieta. Aquí te contaremos todo lo que se puede visitar en Verona en un día, la ciudad italiana que, definitivamente, enamora.
Ubicada a 120 kilómetros de Venecia, Verona es una ciudad pequeña y encantadora, con los atractivos más importantes relativamente cercanos, perfecta para recorrerla en un día. Conocida mundialmente por la historia de Romeo y Julieta, el balcón y la tragedia, Verona tiene mucho más para descubrir y visitar en un día por la ciudad.
El balcón de Julieta
Siendo el Top 5 de los lugares más visitados en Verona, el balcón de Julieta, es un imprescindible dentro de la visita por Verona en un día. Visitar la casa de Julieta implica ver mucha (pero mucha) gente transitando. A pesar de ser un lugar ficticio, el sitio es emblemático y una foto, más allá de la fobia al exceso de turistas, es prácticamente inevitable.
Llegar al balcón implica atravesar una puerta, observar los mensajes de enamorados en los muros y finalmente, llegar al patio con el balcón en lo alto. Es uno de los lugares más románticos de Verona e icono de la ciudad.
Dato de viajero curioso: en el patio se sitúa la estatua de Julieta, bastante desgastada, ya que desde los años 70 se empleó la tradición de tocarle el pecho derecho a Julieta, para la buena suerte.
La Arena de Verona
Uno de los anfiteatros mejor conservados del mundo, es la Arena de Verona, construida en el Siglo I.
El anfiteatro puede ser visitado por dentro, de pago, pero, lo mejor, y como para que a Verona no le faltase algo romántico, deleita con su música casi perfecta en algún evento o concierto aclamado por ser uno de los lugares con mejor acústica de todo Europa.
Visitar las plazas más famosas de Verona en un día
Como toda ciudad italiana, Verona en un día implica visitar las plazas secas, los monumentos y esculturas que se emplazan en sus interiores.
- Plaza Bra: justo frente a la Arena de Verona, se encuentra esta plaza seca rodeada por el ayuntamiento (Palacio Barbieri) y decenas de edificios de estilos renacentistas y barrocos. Esta es una de las plazas más grandes de la ciudad y lugar donde parten la mayoría de los free walking tours (tours gratuitos y a pie) por Verona.
- Plaza de los señores (Piazza dei Signori): una plaza de estilo señorial compite por ser “una de las plazas más bellas de Verona”, en ella se emplaza el monumento a Dante Alighieri, hospedado en Verona durante su exilio de Florencia.
- Plaza de las Hierbas: el centro neurálgico y social de Verona llama su atención gracias a los mercados de frutas y los edificios emblemáticos situados a su alrededor: la torre de los Lamberti (siendo la torre más alta de la ciudad con 84 metros de altura) y el Palacio Maffei, uno de los más representativos de Verona.
Suspirar en el puente de Piedra
Dentro del recorrido de Verona en un día, es imprescindible atravesar el Puente de Pierda, construido en el Siglo I A.C, siendo el más antiguo de la ciudad pero reconstruido luego de la Segunda Guerra Mundial.
Visitar la Catedral de Verona (Il Duomo di Verona)
Italia está repleto de iglesias, basílicas y catedrales y es casi una visita obligada conocerlas (al menos el exterior) dentro de las ciudades que se recorren.
Verona no es la excepción, y a lo largo de toda la ciudad, se sitúan decenas de Iglesias. La Catedral de Verona de Santa Maria Matricolare tiene un estilo distinto al resto tanto en su interior, con sus estilos góticos y renacentistas, como su exterior.
Vistas panorámicas en el Castel San Pietro
Casi como para disfrutarlo al final de Verona en un día y para darle ese toque mágico, el Castillo de San pedro es una de las mejores postales de Verona desde “la altura”. El ascenso puede ser un tanto empinado pero las vistas a la ciudad hacen que valga completamente la pena.
Lo mejor: caminar por la ciudad enamorándose a cada paso
Como es una ciudad que queda muy próxima a Venecia, la mayoría de los turistas destinan solo un día a “la ciudad del amor”.
Sin embargo, caminar por sus callecitas y disfrutar de un rico ristretto en alguno de sus bares frente a las plazas o degustar de una pizza en algún restaurante italiano, forman parte de la experiencia de viaje.
Lo mejor de todo es caminar y perderse, como siempre decimos, no hay muchas ciudades en el mundo donde perderse sea la solución, pero en este caso es una gran opción. Perderse es una forma de conocer los rincones y detalles de paredes, puertas y fuentes que son inigualables y le dan a la ciudad, ese estilo y singularidad.
Un comentario
Me toco visitarla como en el 2001 la verdad me quede enamorada de ella, de sus cafes en las plazas y por las calles y ni que decir de la arena. Muy bella y acogedora Verona