Europa central y oriental enfrenta una crisis tras las lluvias más intensas registradas en los últimos 100 años, dejando a su paso devastación, inundaciones y la trágica pérdida de al menos seis vidas.
La tormenta Boris, un sistema de baja presión, desató lluvias torrenciales en ciudades históricas como Viena, Bratislava y Praga, acumulando en un solo día lo que habitualmente caería en un mes entero. Polonia, Austria y Rumania han sido los países más afectados.
En Polonia, el condado de Klodzko se llevó la peor parte. Ríos desbordados inundaron la ciudad y se confirmó la primera víctima mortal por ahogamiento. En Austria, un bombero perdió la vida mientras intentaba rescatar a ciudadanos en medio del caos. Las autoridades locales han declarado el estado de emergencia en varias áreas debido a las persistentes lluvias.
Mientras tanto, en Rumania, cuatro personas fueron encontradas sin vida tras las inundaciones, que dejaron varadas a cientos de personas. Los equipos de rescate trabajan sin descanso para salvar a los afectados, pero la magnitud de la catástrofe sigue aumentando.
Con alertas rojas emitidas en Polonia, Alemania, Chequia y Eslovaquia, las autoridades temen que lo peor aún esté por llegar.