Después de más de 100 años de ausencia, los bandicuts —los pequeños marsupiales que inspiraron al famoso personaje de videojuegos Crash Bandicoot— han regresado al Parque Nacional Sturt, en Nueva Gales del Sur, Australia.
Conocidos por los pueblos aborígenes como talperos, estos animales alguna vez poblaron gran parte del interior australiano. Sin embargo, fueron arrasados por cambios en el ecosistema, la invasión de conejos y la depredación de gatos salvajes y zorros.
Ahora, gracias al proyecto de conservación Wild Deserts, un grupo de bandicuts fue reintroducido en su hábitat natural. Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio que ya logró el regreso de otras especies nativas como los bilbies y las mulgaras.
Según la ecóloga Rebecca West, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, las condiciones climáticas favorables han creado un ecosistema ideal para este tipo de reintroducciones. “Las lluvias recientes generaron un entorno altamente productivo que beneficia mucho a estas especies vulnerables”, explicó.
Además, para garantizar su adaptación, los científicos instalaron zonas cercadas libres de depredadores, que funcionan como áreas de entrenamiento. Allí, los bandicuts pueden aprender a sobrevivir sin enfrentarse a sus principales amenazas naturales.
Aunque aún queda mucho por hacer para asegurar su conservación a largo plazo, el regreso de los bandicuts al Parque Nacional Sturt es un hito esperanzador en la protección de la fauna australiana.
