La Premier League está considerada como una de las mejores competiciones del mundo. En ella se dan cita grandes equipos, con fuertes potencias económicas detrás, que acumulan varias de las estrellas más cotizadas del mundo en sus filas. Chelsea, Manchester City, United, Arsenal, Tottenham… La lista de conjuntos a seguir para los amantes del fútbol es interminable.
La liga inglesa es, según las diferentes casas de apuestas, una de las competiciones más seguidas del mundo, sobre todo, por su competitividad. Pero más allá del césped, el ambiente del fútbol inglés es único. Para ello, juegan un papel crucial los estadios, algunos ya históricos. A continuación, repasamos aquellos que son de obligada visita si planificas un viaje por Londres.
Wembley, el estadio nacional
Sede principal de la selección inglesa y donde se disputan las finales de la FA Cup, cabe destacar el Estadio de Wembley, el estadio nacional y el más grande del Reino Unido. Inaugurado en 2007, tiene una capacidad para 90.000 personas y ya ha acogido finales de competiciones como la Champions League o de la última Eurocopa, perdida por los locales ante Italia. Es considerado uno de los mejores del mundo.
Como suele ser habitual en este tipo de estadios, también se celebran eventos que no son de fútbol, como conciertos u otras disciplinas deportivas. Sea como sea, se recomienda asistir a verlo en persona. Solo así se podrá disfrutar de su magnificencia. Si no hay ningún evento programado, no te preocupes: se realizan visitas a diario donde se recorren las instalaciones como el palco real o la sala de trofeos.
Dos tesoros en Fulham
En el barrio de Fulham, antiguamente de clase obrera y actualmente para clases acomodadas, encontramos dos estadios centenarios. El más mítico es el Craven Cottage, a orillas del Támesis, casa del Fulham FC desde 1896. Llama la atención su proximidad al río, su construcción de ladrillo rojo que hace que no parezca un estadio desde fuera y algunos asientos de madera, que todavía se conservan. A diferencia de los estadios modernos, mantiene la esencia de antaño y vivir un encuentro en sus gradas es una experiencia totalmente recomendable. El tiempo no ha pasado para ellos.
A muy poca distancia se encuentra Stamford Bridge, estadio del Chelsea, mucho más conocido por el gran público. Fue construido en 1877 y es casa de los blues desde 1905. Aunque no llame demasiado la atención desde fuera, llegando incluso a poder pasar desapercibido, cuenta con gradas totalmente renovadas y adaptadas a los nuevos tiempos, pero que crean un ambiente muy especial. Una comunión entre grada y césped que se ha visto reforzada sobre todo en los últimos años gracias a los grandes éxitos del equipo. Como se puede ver, Londres y fútbol van de la mano.