Detuvieron a una pareja que se dirigía a la Nueva York, cuando la seguridad del aeropuerto se dio cuenta de que en su equipaje de mano había un gato.
Nick y Voirrey Coole no podían creerlo cuando Candy, la gatita, salió de su maleta antes justo antes de abordar el avión para ir a celebrar su cumpleaños número 40.
Cuando pasaron por la seguridad, la pareja fue apartada y llevada a una cuarto privado en donde se les informó y se les preguntó sobre el descubrimiento del felino en su equipaje.
Nick, de la Isla de Man, le dijo al Manchester Evening News que la curiosa Candy siempre está buscando bolsas, cajas y otros espacios reducidos para esconderse dentro.
«Nuestro equipaje de mano no tenía mucho para poder comprar muchas cosas. Pero Candy, nuestra gata, encontró la manera de entrar y salir del aeropuerto», dijo.
«La seguridad del aeropuerto estaba perpleja y se nos preguntó repetidamente si la bolsa era nuestra después de haber pasado por el escáner».
Nick escribió en Facebook: «¿Conoces la sensación de cuando te llevan a una habitación lateral en la seguridad del aeropuerto porque tienes un gato en tu equipaje de mano?».
Él continuó: «Candy decidió colarse en nuestro bolso de mano, gracias a Barry y Lorna por recogerla para que podamos irnos de vacaciones. Gracias a la seguridad del aeropuerto por ayudarnos a llevarla a casa para que podamos tomar nuestro vuelo».
La pareja calificó al personal del aeropuerto de la Isla de Man como «increíble», y dijo que una vez que se dieron cuenta de que era un error genuino, todos pudieron reírse antes de que sus amigos recogieran a Candy para que ellos pudieran tomar su vuelo a los Estados Unidos.
Un estudio confirma que los gatos reconocen su nombre, pero eligen hacerse los distraídos
Un estudio llevado a cabo por científicos japoneses mostró que los gatos reconocen su nombre cuando su amo los llama. Simplemente, a veces, deciden ignorarnos.
El estudio acaba de publicarse en la revista científica Scientific Reports. Los autores estudiaron un total de 78 gatos de hogares japoneses y de un Cat-Café (café de gatos) para analizar su capacidad para comprender palabras.
El experimento consistía en que uno de los investigadores o el propietario del animal decía cuatro palabras diferentes seguidas de su nombre.
La conclusión del estudio confirma que los gatos pudieron distinguir su nombre de palabras que tenían la misma longitud y la misma acentuación. Y también respondían a él cuando era un desconocido quien les estaba hablando. Continuar leyendo…
