La incertidumbre domina al Cusco mientras se acerca el vencimiento del plan de contingencia que regula temporalmente el acceso a Machu Picchu. En medio de un proceso estancado y sin avances concretos, el alcalde provincial de Urubamba, Ronald Vera Gallegos, advirtió que el santuario podría cerrar durante uno o dos meses a partir de enero de 2026, un anuncio que sacudió a todo el sector turístico.
El plan de contingencia fue implementado hace tres meses con el objetivo de garantizar la operación temporal de la ruta Hiram Bingham hasta que se reactive la licitación formal. Ese proceso debía haberse desarrollado en los últimos cuatro meses, pero la gestión municipal lo paralizó desde 2023 y, hasta ahora, no hay resultados claros. La demora incrementa la presión sobre la Municipalidad de Urubamba, mientras operadores, gremios y trabajadores del turismo observan un panorama cada vez más complejo.
En una entrevista reciente, Vera aseguró que el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) entregaría pronto la compatibilidad técnica necesaria para integrar las bases de la nueva licitación. Sin embargo, un oficio oficial del organismo reveló una situación muy distinta. El documento N.° 674-3035 señala que el expediente enviado por la municipalidad está incompleto, carece de detalles técnicos fundamentales e incluso solo contempla la carretera como único componente del proyecto, sin incluir infraestructura imprescindible como maestranza, suministro de combustible, estacionamientos o energía eléctrica.
Sernanp enfatizó que la concesión, que tendría una duración de diez años, requiere precisiones claras y un ajuste integral del ámbito de compatibilidad antes de emitir cualquier opinión. La observación dejó en evidencia las deficiencias en la elaboración del expediente municipal y detuvo nuevamente el proceso.
En paralelo, el alcalde de Urubamba acusó a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) de obstaculizar los avances, al asegurar que la entidad no habría brindado el apoyo necesario al convocar a las empresas involucradas. Según Vera, esa situación afectó la credibilidad del municipio e impidió acelerar la licitación.
El anuncio de un posible cierre de Machu Picchu tuvo una respuesta inmediata desde la Municipalidad Distrital de Machupicchu, que emitió un comunicado expresando “profunda preocupación y rechazo” ante la eventual suspensión del acceso al santuario. La autoridad distrital advirtió que una medida de este tipo generaría un impacto económico devastador en hoteles, restaurantes, guías, agencias, artesanos y comercios que dependen directamente del turismo. Además, calificó las declaraciones de Vera como carentes de sustento técnico y como una amenaza para la estabilidad económica de toda la región.
El pronunciamiento exige al alcalde provincial retirar sus palabras en un plazo de 48 horas, bajo advertencia de iniciar acciones legales. Mientras tanto, el tiempo corre y el plan de contingencia está a punto de expirar, sin una licitación en marcha, sin claridad institucional y con un riesgo creciente para uno de los destinos más emblemáticos del mundo.
