Una noche común y corriente en diversas ciudades de Turquía se convirtió en un espectáculo de intensos colores cuando un meteorito cruzó el horizonte, dejando a los espectadores asombrados. La inesperada llegada de este cuerpo celeste fue registrada por múltiples cámaras y presenciada en directo por los habitantes de varias ciudades del este del país, convirtiendo este fenómeno astronómico en un evento que se volvió viral en las redes sociales.
Este fenómeno tuvo lugar en el cielo nocturno de la ciudad de Erzurum y la provincia de Gumushane, siendo documentado por cámaras de seguridad, dispositivos móviles y seguramente por numerosos observadores.
En uno de los clips más sorprendentes, se observa a un niño sosteniendo un globo cuando, de manera repentina, el cielo se ilumina con un deslumbrante resplandor de color verde que luego se transforma en tonos azules y, finalmente, en naranja. Otros videos capturaron el momento desde la carretera o áreas rurales. Al parecer, el meteorito terminó desintegrándose por completo.
Lo más llamativo de los vídeos compartidos en las redes sociales es el tono verde inicial, que difiere significativamente del rojo o amarillo que generalmente se asocia con la presencia de un cuerpo celeste atravesando el cielo nocturno.
El color verdoso, que a menudo se observa en meteoritos como el que cruzó los cielos de Turquía, suele ser el resultado de ciertos minerales y elementos presentes en el propio meteorito. En particular, la presencia de níquel suele estar relacionada con esta coloración.
Cuando meteoritos de este tipo ingresan a la atmósfera terrestre a velocidades extremadamente altas, se produce una fricción intensa y un aumento significativo de la temperatura, lo que puede dar lugar a la emisión de luz en diferentes colores.
Además, la atmósfera de la Tierra también influye en la variación de colores. La interacción con diversos gases y partículas atmosféricas puede causar dispersiones y refracciones de la luz del meteorito, alterando su color visible. Este fenómeno es análogo a lo que ocurre durante un atardecer, cuando la luz solar pasa a través de múltiples capas de la atmósfera y cambia a tonos de rojo y naranja. Sin embargo, en el caso del meteorito, este proceso es mucho más rápido y dramático debido a la velocidad y la energía involucradas.