Darcy Deefholts, un surfista de 19 años, fue rescatado con vida en una isla remota a 14 kilómetros de la costa australiana, tras desaparecer durante más de 12 horas en el mar. Su familia lo había reportado como desaparecido luego de que saliera el miércoles por la tarde en su bicicleta hacia la playa de Wooli, al norte de Nueva Gales del Sur, y nunca regresara.
El joven había ido a surfear con una tabla color crema en condiciones de poco oleaje. La preocupación creció cuando la noche cayó sin noticias de su paradero. Su padre, Terry Deefholts, publicó un desesperado mensaje en redes sociales pidiendo ayuda urgente: “¡Necesito botes, drones, aviones, caminantes de playa y 4x4s al amanecer!”.
La búsqueda movilizó a la comunidad entera, junto con la policía, rescatistas marinos y helicópteros. Finalmente, Darcy fue hallado con vida en North Solitary Island, una pequeña isla rocosa y deshabitada. Había pasado la noche completamente solo, en medio de temperaturas frías y sin contacto con el exterior.
Actualmente se encuentra estable y bajo observación en el hospital de Grafton, según informaron las autoridades sanitarias. “Está de buen ánimo y acompañado por su familia”, aseguraron.
Su padre, al enterarse del hallazgo, se mostró emocionado y aún incrédulo: “Es un milagro de uno en un millón. Estuve al borde de perder la esperanza”.

La comunidad celebró la noticia con gran alivio. En menos de 24 horas, se habían sumado más de 100 personas a un grupo de Facebook creado para encontrarlo. “Sobrevivió a una noche larguísima y helada. Está vivo, a salvo y recibiendo la atención que necesita. ¡Una verdadera muestra de fortaleza y esperanza!”, escribió una de las organizadoras del grupo.
Mientras tanto, los mensajes de alegría y agradecimiento inundan las redes: “Hay un Dios en Solitary Island”, escribió una amiga de la abuela de Darcy, aún en shock por la noticia.
Lo que comenzó como una tarde de surf terminó convirtiéndose en una historia de supervivencia que ya emociona a toda Australia.
