Un día de aventura en los Altos Pirineos estuvo a punto de convertirse en tragedia. Este 24 de mayo, dos alpinistas españoles cayeron 600 metros por el corredor de Gaube, una de las rutas más exigentes del macizo del Vignemale, y sobrevivieron con heridas leves. El rescate ha sido calificado por los equipos de emergencia como “milagroso”.
El accidente ocurrió a unos 2.300 metros de altitud, cuando el primero del grupo fue impactado por un bloque de hielo que se desprendió inesperadamente. Al no estar encordados, arrastró a su compañero en la caída. Ambos se deslizaron sin control por la empinada ladera helada hasta el glaciar de Oulettes de Gaube.

Otro grupo de alpinistas, que se encontraba en un corredor cercano, presenció la dramática escena y dio aviso a los servicios de rescate del CRS Pyrénées. A pesar de las dificultades para obtener señal, lograron contactar con las autoridades, quienes desplegaron de inmediato un helicóptero con rescatistas y un médico a bordo.
Al llegar al lugar, los equipos encontraron a los dos escaladores con vida y conscientes. Presentaban abrasiones, heridas leves en la cabeza y fracturas en los tobillos, pero ningún daño interno grave. “Podemos decir que fue un milagro”, aseguraron los rescatistas, visiblemente asombrados.
Los heridos fueron estabilizados en el lugar y trasladados al hospital de Tarbes, donde confirmaron su buena evolución. Los expertos recordaron que el corredor de Gaube, con más de 700 metros de recorrido y 50° de inclinación media, requiere máxima preparación y el uso obligatorio de equipo de seguridad, como la encordada.

La primavera, con sus condiciones inestables, aumenta el riesgo de desprendimientos. Esta vez, la suerte estuvo del lado de los alpinistas. Pero los especialistas advierten: la montaña no perdona errores, y la prevención puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.