Hacer un viaje solo al extranjero es una de las experiencias que tienes que hacer aunque sea una vez en tu vida, lo mejor de todo es tú vas a decidir a qué hora te levantas, qué quieres de comer y cuáles serán las atracciones turísticas que visitarás.
Así, hice mis maletas y me fui a visitar Boston, Massachusetts, por mi cuenta. Como está muy de moda llegar a hostales hoy en día y aparte son muy económicos, decidí reservar mi cama en un cuarto donde tenía que compartir baño y habitación con siete mujeres desconocidas.
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Por fin llegó el día que tanto había esperado, me bajé del avión y fui a buscar mis maletas lo más rápido que pude para poder ir a conocer la ciudad. El aeropuerto de Boston cuenta con transporte gratuito, los cuales te desplazan a las diferentes terminales y a la estación del metro. Yo tomé el bus azul desde la terminal 2 y me llevó a la puerta principal de metro. El costo del boleto de un viaje es de $2.00 dólares.
Llegué a mi hostal y lo que más me gustó fue su ubicación, ya que estaba cerca de Chinatown, Theater District, Public Garden y Boston Common, así que después de dejar mi equipaje en mi habitación, salí a recorrer las calles de Boston y llegué a la calle Newbury. Resulta que es una de las zonas más hermosas, pintorescas y con más ambiente en la ciudad. Me hizo recordar la arquitectura londinense con sus edificios de ladrillos rojos con sus puertas de herrería negra. En esta calle se encuentran los bares, restaurantes, galerías de arte y tiendas de modas más exclusivas de la ciudad.
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Mi segundo día en la ciudad, decidí hacer el recorrido de Freedom Trail (camino de la libertad). Es una ruta que haces caminando y dura aproximadamente dos horas y media en recorrer los sitios históricos más importantes de Boston. El punto de partida de la ruta es Boston Common y finaliza con el USS Constitution, para saber qué monumento o edificio es el siguiente, lo único que tienes que hacer es seguir la línea de ladrillos rojos que está marcada en el piso y así visitarás las 16 atracciones. La mayoría son gratuitas excepto las diferentes iglesias, ya que en ellas te piden una pequeña cooperación monetaria y lo mejor es que es opcional.
Alrededor del medio día, decidí ir al Quincy Market: el lugar favorito de los locales y turistas, ahí encontraras comida de todas partes del mundo y lo mejor de todo es que el mercado se encuentra a poco metros del Freedom trail. Seguí mi recorrido y pasé por Little Italy, una de las zonas más lindas del tour donde se encuentra The Old North Church.
Me dirigí al Charlestown Bridge y el cual ofrece una de las tantas vistas de la ciudad, es el único puente que tienes que cruzar para llegar a los dos últimos puntos del recorrido que son: Bunker Hill Monument y USS Constitution. Si te gustan las alturas y todavía puedes caminar, el Bunker Hill Monument ofrece una vista panorámica de Boston y para llegar a la cima tienes que subir 294 escalones, pero no te desanimes la vista hace que valga la pena.
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Después de terminar el recorrido de Freedom Trail, termine cansadísima pero sin dudas volvería hacerlo, ya que Boston es una cuidad increíble y que vale la pena ir a visitarla solo o con amigos y por cierto no le tengas miedo a la soledad, ya que en el camino de tu viaje te encontrarás personas de diferentes partes del mundo que comparten muchas cosas en común contigo y ese amigo que hiciste en tu viaje al extranjero solo, resulta que será uno de los tantos amigos viajeros por el mundo que tendrás y uno nunca sabe a lo mejor en el futuro resultará ser el amor de tu vida.
