El mundo de la ciencia despidió a Kanzi, un bonobo considerado el más inteligente de su especie, que durante más de cuatro décadas desafió los límites del conocimiento sobre la comunicación y la cognición animal. Nacido el 28 de octubre de 1980 en el Emory National Primate Research Center de Atlanta (EE.UU.), Kanzi falleció el 18 de marzo de 2025 en el centro Ape Initiative, en Iowa, donde vivió sus últimos años.
Bajo la guía de la primatóloga Sue Savage-Rumbaugh, Kanzi participó desde joven en experimentos sobre el lenguaje, utilizando un tablero de símbolos llamado lexigrama para comunicarse con los humanos. Llegó a reconocer cientos de iconos y comprender instrucciones orales en inglés, un logro que lo convirtió en una figura clave en el estudio del lenguaje no humano.
Pero su curiosidad no se detuvo allí. Junto a los arqueólogos Nicholas Toth y Kathy Schick, aprendió a fabricar herramientas de piedra, imitando técnicas de los primeros homínidos. Con ellas podía realizar tareas como cortar cuerdas, demostrando una sorprendente capacidad de aprendizaje y razonamiento.
Durante sus últimos años, los investigadores exploraron su habilidad en entornos digitales: Kanzi jugó videojuegos como Pac-Man y Minecraft, donde incluso derrotó al dragón final del juego. A través de una interfaz adaptada, el bonobo manipulaba objetos, construía estructuras y resolvía problemas, combinando su experiencia física con el pensamiento simbólico en el mundo virtual.
Estos experimentos permitieron estudiar cómo los bonobos trasladan habilidades aprendidas del mundo real a uno digital, abriendo nuevas perspectivas sobre la evolución del lenguaje y la inteligencia animal.
Su muerte marcó el cierre de una era en la primatología. Sin embargo, el legado de Kanzi sigue vivo: sus logros continúan inspirando investigaciones sobre la mente, el lenguaje y los límites del conocimiento entre humanos y animales.
