Murió la elefanta más vieja del mundo y su historia es inolvidable

Vatsala nació en los espesos bosques de Kerala cuando todavía existía el Imperio Británico. Desde entonces, su vida fue una travesía entre selvas, trabajo, sobrevivencia y una compasión que asombró incluso a sus cuidadores. Con una edad estimada de más de 100 años, la elefanta más vieja del mundo falleció en la Reserva de Tigres de Panna, en India, dejando un legado que no entró en los récords, pero sí en la historia.

Vatsala no solo fue longeva: fue también matriarca, cuidadora y símbolo de resistencia. Durante décadas, ayudó en tareas forestales, transportando pesados troncos, y más tarde fue trasladada a la reserva donde pasaría sus últimos 30 años como guía y figura maternal de crías huérfanas. A pesar de no haber tenido descendencia propia ni colmillos, se ganó el respeto de humanos y animales por igual.

En 2020 perdió la vista debido a cataratas, pero su vínculo con Maniram, su cuidador, le permitió seguir explorando el bosque. “Era como una abuela. Las guiaba, las protegía, pero siempre se mantenía lejos de los machos”, relató él. Esa precaución la salvó más de una vez: en 2003 y 2008 fue atacada violentamente por un elefante macho. Sobrevivió ambas veces, y siguió adelante.

Aunque nunca fue reconocida por el Guinness World Records —que mantiene a Lin Wang, fallecido a los 86 años, como el elefante más longevo registrado—, quienes conocieron a Vatsala no dudan de su lugar en la historia. Anupam Sharma, del Servicio Forestal de la India, la despidió con un emotivo mensaje: “Gracias por tantas operaciones de rescate y por cuidar a tantas crías. Tu legado perdura.”

Su extraordinaria vida también deja interrogantes científicos: ¿por qué algunos animales como los elefantes, ballenas boreales o tiburones de Groenlandia viven tanto tiempo? ¿Qué mecanismos naturales desarrollaron para resistir al envejecimiento?

Vatsala murió sin buscar récords, pero su historia se convirtió en leyenda. Y demostró que el paso del tiempo también se mide en actos de cuidado, en resistencia silenciosa y en vínculos forjados entre especies.

Descansá en paz, Reina del bosque.