En una tierna y esperanzadora noticia, el Zoológico Botánico de Cincinnati ha recibido recientemente a un miembro de una especie rara y en peligro de extinción relacionada con la jirafa: un okapi.
El anuncio oficial del zoológico reveló que se trata de un macho nacido el pasado 17 de diciembre, hijo de Kuvua y Kiloro, según informaron las autoridades del zoológico.
«Este es el cuarto ternero de Kuvua, ¡y es una mamá increíble!» mencionó Renee Carpenter, cuidadora principal del Zoológico de Cincinnati, en el comunicado. «Está atenta a todas las necesidades del pequeño. El ternero es fuerte, se ve saludable y además es súper suave y peludo».
Madre e hijo continuarán fortaleciendo su vínculo fuera de la vista del público durante el invierno, pero se espera que los visitantes puedan verlos en el recinto de los okapis en la primavera, según indicaron los funcionarios del zoológico.
El nacimiento de este pequeño okapi marca el número 18 desde 1989 en el Zoológico de Cincinnati. Se estima que a nivel global existen alrededor de 15,000 okapis. Lamentablemente, la destrucción del hábitat y la caza furtiva han dañado la población de esta especie.
Los okapis, nativos de la República Democrática del Congo, son parientes cercanos de la jirafa. Aunque comparten una estructura corporal similar, los okapis tienen cuellos más cortos. Se caracterizan por su color marrón rojizo con rayas horizontales en blanco y negro en las cuatro patas.
«Estas marcas únicas ayudan a las crías a seguir a sus madres a través de los densos bosques», señaló el comunicado del zoológico.
Los okapis pueden alcanzar hasta 8 pies de altura y tienen una esperanza de vida de hasta 16 años, según información proporcionada por el zoológico.
La noticia del nacimiento de este okapi no solo trae alegría sino que resalta la importancia de la conservación de estas especies en peligro, recordándonos la fragilidad de la vida silvestre y la necesidad urgente de proteger su hábitat natural para su supervivencia a largo plazo.