Un grupo de investigadores manifestaron su preocupación respecto a los nanoplásticos luego de haber encontrado estas partículas tanto en la Antártida como en el Ártico por primera vez, asegurando que son un «problema de contaminación más grande de lo que pensábamos».
En un estudio publicado recientemente, científicos de la Universidad de Utrecht en Países Bajos revelaron que han encontrado pequeñas partículas de plástico, más pequeñas y más tóxicas que los microplásticos, en ambas regiones polares, indicando que la contaminación plástica finalmente llegó a todas las puntas del mundo.
La preocupante investigación revela que se encontraron partículas en Groenlandia, en el círculo Ártico, que han estado allí por 50 años. Un cuarto de estos nanoplásticos provienen de las ruedas de los vehículos, que debe haber llegado por el viento, mientras que la gran mayoría deriva del polietileno, un plástico utilizado en bolsas de compras y botellas.
Hasta el momento no está claro el impacto que los nanoplásticos y microplásticos tienen en la salud, pero los expertos creen que la contaminación plástica puede convertirse en una seria amenaza para nuestros ecosistemas en las próximas décadas, triplicando la cantidad de desperdicios en los océanos para 2040.
«Nuestra información sugiere que la contaminación de nanoplásticos no es un problema nuevo, pero recién ahora estamos siendo conscientes de eso«, declaró Dusan Materic, quien se encontró a cargo del estudio, al sitio de noticias Mail Online. «En el centro de Groenlandia, vemos que la contaminación de nanoplásticos está sucediendo desde 1960. Así que los organismos en esa región, y probablemente en todo el mundo, han estado expuestos a esto por un tiempo ya».
Se cree que las personas, en términos generales, podrían estar respirando entre 2.000 y 7.000 microplásticos por día y, según declaró la especialista Anoop Jivan Chauhan al sitio de noticias The Guardian, «es difícil imaginar que no están haciendo un daño irreversible [en nuestro cuerpo]».