¿Cuántas veces hemos escuchado historias inspiradoras de viajeros que se han animado a salir de viaje en busca de aventuras nuevas para una vida que creían apagada?
El ‘no aguantar más‘, el ‘no poder seguir así‘, el necesitar de algo nuevo, de un poco de emoción, salir de la zona de confort. Todo suma como condimento en experiencias que terminan demostrando que cumplir un sueño nos lleva a estar parados frente a un abismo. Un lugar incómodo, que nos afecta, nos cansa y nos obliga a tomar acción.
El tema está, precisamente, en la decisión que nos llevará a un lugar mejor. No siempre aparece con claridad, otras veces la tenemos en frente de nuestros ojos y la vemos a la perfección, pero un montón de pensamientos nos llevan a correr la vista, a dejar esa decisión quieta.
Hace unos días me encontré con un video de IGTV en la cuenta de @theviaje_, en manos de Agus, una joven de 28 años que supo dejar su vida en Buenos Aires para viajar el mundo, en una aventura con la cual pudo explorar más de 38 países ubicados en 4 continentes.
La razón por la cual me interesé en el video es una muy concreta, la portada del mismo incluía una frase que decía de manera repetida: «Necesito juntar fuerzas para irme». Curiosamente, me encuentro en un estado parecido: con ganas de irme, pero aguardando las fuerzas necesarias para hacerlo.
Si te encuentras en la misma situación, no dejes pasar la oportunidad de escucharla:
El texto del audio
‘Necesito juntar fuerzas para irme‘ es uno de los comentarios que me deja una de las chicas que quiere sumarse a una de las actividades que he propuesto. Esta frase, obviamente, me resonó muchísimo. Me hizo viajar bastante en el tiempo y me volvió a hacerme sentir lo que sentí hace casi tres años ya, cuando yo necesitaba juntar fuerzas para irme y no sabía de dónde sacarlas.
Me encanta pensar el ‘juntar fuerzas’ como ir a buscar a algún lugar esa mochila de poder personal, de valentía, de coraje. De alegría también, de decir ‘esto es lo que quiero hacer’, de juntar fuerzas para irme. Al mismo tiempo, es una frase que me hace pensar en por qué necesito. ¿Qué es lo que me impide irme? ¿Por qué me quedo? ¿Qué es lo que me está frenando? ¿Qué estoy dejando que me frene? Pensar también en por qué necesito tanto irme…
Cada una tendrá sus motivos personales y al mismo tiempo siento que el 99% de las veces hay patrones y motivos en común. También siento que esas fuerzas se toman o se consiguen, se nutren o también se cultivan a partir de varios entornos, varias búsquedas.
Habría que darle tiempo para que eso madure. Las semillitas están, y hay que dejar que maduren, no tengo ninguna duda. Por experiencia propia y también por la cantidad de viajeros y viajeras que me he cruzado, sé que son decisiones que maduran en el tiempo, internamente. A algunos les tomará más, a algunos les tomará menos esfuerzos, menos romper estructuras. Para otros será más difícil, pero siempre hay que juntar fuerzas para irme.
Para irse, para irme también. No solo del país, no solo a vivir a otro lado, no solo para irse de viaje sin saber cuándo vuelvo, sino también para irme de un lugar donde no estoy cómoda. Para irme de un trabajo que ya no me llena, para irme de un vínculo que tal vez ya no me da nada, o no me da lo que necesito, o no me es suficiente.
Siempre hay que juntar fuerzas para irse, y creo que ahí está el poder personal, siempre a disposición. Siempre disponible, pocas veces lo vemos con tanta claridad, pero en el fondo también siento que internamente siempre lo vemos un poquito. Aunque sea poquito, sabemos que está ahí. Y otras veces le hacemos más espacio, le damos más lugar, y dejamos que ese poder nos invada. Y no poder desde lo que pueda llegar a implicar socialmente la palabra poder, sino básicamente y simplemente todo el potencial que hay adentro mío para poder hacer lo que necesito, lo que siento y lo que deseo hacer.
A través de ese poder, de reconectarme con ese poder, es que puedo juntar fuerzas para irme. A donde necesite, a donde sueñe, a donde sea. Por el mundo, a otro lugar donde pueda sentirme mejor, a otro hogar, a otro vínculo, a otra pareja, a otra pasión. Y también, de nuevo, a viajar. Porque creo que de ahí nace esta frase que me dispara toda esta reflexión.
A veces el necesitar la motivación, y encontrar ese poder y reconectarme con mis deseos me abruma, porque es un trabajo que requiere de mucha atención, de mucha energía. A veces, sino siempre, es rendirse, ser quien realmente soy. No es tan simple, porque nos atraviesan un montón de mandatos, un montón de opiniones ajenas, un montón de creencias limitantes, y por eso es que no siempre tengo esas fuerzas disponibles. Necesito juntar fuerzas para irme, es muy hermoso y también poderoso.
El hecho de que se haya dicho ‘necesito’ habla de que realmente no es un capricho, es de algo que realmente necesita mucho. Necesito salir a explorar, no está siendo un deseo del ego, está siendo un deseo del corazón. Está siendo una necesidad del espíritu, y por eso te pido por favor que sigas buscando esas fuerzas. Si realmente necesitás fuerzas para irte, encuentres, que pidas ayuda, encuentres la manera, encuentres contención, empuje en otra persona, en vos misma. Que puedas conectar esa fuerza para ir en busca de lo que realmente tu corazón y tu alma necesita.