Desde las antiguas terrazas de arroz de Yunnan hasta la hidroponía vertical moderna, la agricultura se presenta en muchas formas diferentes. Ahora, un grupo de cerebros italianos ha creado el primer jardín submarino del mundo para plantas terrestres.
Las algas y las algas marinas se han cultivado a lo largo de las costas durante siglos, pero en pequeñas cúpulas de vidrio sumergibles, macetas de albahaca, lechuga, tomates e incluso flores de calabacín, guisantes, aloe vera y hongos crecen como en cualquier otro jardín doméstico.
Llamado Nemo’s Garden, el proyecto fue lanzado por Ocean Reef Group como un medio para experimentar con la diversidad del suministro de alimentos, en caso de que los cambios climáticos hagan que partes de Italia sean demasiado secas para cultivar.
Las grandes biosferas autosustentables y totalmente contenidas serían, en teoría, escalables, y quizás en el futuro podrían parecerse a la ciudad submarina de Star Wars: The Phantom Menace.
Los desafíos inherentes al cultivo de plantas bajo el agua, dado que normalmente se encuentran en casa en el suelo, fue solo uno de los obstáculos que Nemo tuvo que superar. Los seis invernaderos llenos de aire sufrieron importantes daños por tormenta en octubre de 2019, y antes de que pudieran repararse por completo, COVID-19 tenía a todos los investigadores refugiados en sus hogares.
Sin embargo, el equipo nunca perdió la esperanza, como informa Euronews, y los meses de abandono no dañaron la instalación de ninguna manera. El 6 de junio, el jardín volvió a estar en pleno funcionamiento, incluida su transmisión en vivo donde se puede ver literalmente crecer las plantas.
Las biosferas, que se encuentran a ocho metros bajo la superficie de la costa de Noli en Liguria, utilizan energía solar para sus necesidades eléctricas mínimas y el agua de mar evaporada se condensa en el vidrio del techo que riega las plantas. Un buzo nada por debajo y hacia arriba en la bolsa de aire de la cápsula para recolectar lo que está listo para comer.
El sitio web del proyecto dice que una mayor presión como la que se encuentra debajo del océano es realmente beneficiosa para la velocidad a la que las plantas pueden germinar, aunque admiten que se ha hecho muy poca investigación sobre el tema.
Las condiciones crean un sabor realmente intenso en las verduras y también permiten que el entorno de las plantas esté completamente controlado, sin que nada afecte su vida que los productores no quieran.
Por ahora, Nemo’s Garden es esencialmente un laboratorio de investigación, pero si la idea se ampliara, se espera que pueda reforzar la seguridad alimentaria de la península y del mundo.