En una serie de eventos desafortunados, los pasajeros que esperaban tomar un vuelo hacia Buenos Aires vivieron una noche para el olvido. Todo comenzó cuando la aerolínea reprogramó el vuelo, originalmente previsto para el sábado a las 22, para el domingo a las 6 de la mañana.
Ante esta situación, la aerolínea decidió brindar hospedaje en un hotel cercano para que los viajeros no tuvieran que pasar la noche en el aeropuerto. Sin embargo, lo que parecía ser una solución acabó convirtiéndose en otro problema.
Pasadas las 00.30 horas, tres autobuses contratados de una compañía externa partieron hacia el hotel con los pasajeros a bordo. Sin embargo, uno de los autobuses, el último de la caravana, comenzó a desprender un olor tóxico a pocos kilómetros del aeropuerto.
La situación empeoró rápidamente cuando se descubrió que el motor del autobús estaba en llamas. Aunque el chofer intentó controlar el incendio, el extintor no funcionaba y la situación se volvió caótica.
Por suerte, todos los pasajeros lograron evacuar el autobús a salvo, aunque con el susto en el cuerpo. Tras el incidente, la aerolínea actuó rápidamente y envió otro autobús para recoger a los pasajeros y llevarlos finalmente al hotel.
La periodista argentina Paz Varales, quien vivió de cerca esta experiencia, describió el momento de angustia en el que se encontraron los pasajeros, esperando al costado de la calle mientras el autobús ardía en llamas. Afortunadamente, ningún pasajero resultó herido, pero el incidente dejó a todos con una historia para recordar.