Antes de comenzar el programa Work and Holiday, hicimos unas minivacaciones comenzando por Barcelona, Florencia, Roma y Cinque Terre, antes de arrancar nuestra nueva vida en Alemania.
Finalmente, llegamos a Alemania a finales de febrero, un frío tremendo. Viajamos desde Córdoba, en Argentina, con sus 40° a la sombra en verano, y nos tocó despertar al otro día con -17°. Ya se pueden imaginar el cambio drástico.
Nuestra primera mañana en Berlín salimos a caminar y recorrer la zona. Estábamos ansiosos, confundidos, era todo nuevo.
Pasamos de Airbnb a hostels y luego Couchsurfing. Luego de muchas entrevistas por fin conseguimos una habitación en departamento compartido en un lugar llamado Friedrichshagen, a 20 minutos en tren del centro. Nuestra host es una mujer alemana, la cual nos pareció una buena idea vivir con una local y de paso practicar el idioma.
Una vez que nos instalamos, conseguimos trabajo en Helpling comenzamos a poner en marcha nuestro plan, que era conocer al menos un destino nuevo por mes.
Por lo que pusimos manos a la obra y compramos el primer vuelo, el que nos cambiaría nuestra forma de ver la vida.
Mykonos, Grecia
Viajamos a Grecia en avión hasta Atenas. Nuestro plan era ir desde Atenas a Mykonos en ferry, pero los horarios que vimos en internet no coincidían con nuestra llegada al aeropuerto, así que fuimos derecho al puerto a probar suerte.
Spoiler alert: No tuvimos suerte, así que sacamos el ticket para el siguiente día a primera hora. El ferry fue hermoso, un viaje largo recorriendo varias islas, con todas las comodidades y a un muy buen precio: €25 cada uno.
Paramos en un hostel hermoso, con gente muy amable, frente a la playa de Paraga, que por cierto fue una ganga. Les aclaro, el wifi no llega a las habitaciones, pero la verdad no importa, hay un salón común al aire libre, donde la señal es muy buena y podes tomar algo y conocer gente de todo el mundo.
El hostel nos costó €20 euros la noche la habitación privada, así que las compartidas de 4, 6 u 8 personas seguramente costarán menos.
En Mykonos podés ir caminando de playa en playa, hay un grupo de playas que están cerca una de otra, y si no, para las mas alejadas, te puedes tomar un colectivo que va al centro y cuesta €1,80 o a otras playas por el mismo valor. Salen cada 30 minutos hasta las 01 am.
Lo que sentimos cuando llegamos a este lugar no tiene descripción, hacía unos meses estabamos en nuestros trabajos regulares en Córdoba, y de pronto, después de haber trabajado dos meses en Alemania, pudimos ir a Grecia, nuestro sueño.
Una vez vueltos a Berlín, con la cabeza cambiada, con el primer sueño cumplido y sabiendo que después de esta experiencia, todo parecía posible, nos organizamos para ir al siguiente destino al siguiente mes:
Praga, República Checa
Una ciudad fantástica, llena de historia, con una arquitectura encantadora y llena de pasajes para perderse, disfrutar de sus vistas y bares antiguos. La ciudad parece realmente un cuento de hadas. Recomiendo caminar por el puente Carlos, el más viejo de Praga.
La ciudad es bella por donde la mires. El día que llegamos jugaba Argentina vs Francia, 4tos de final del Mundial de Fútbol, nos recomendaron ir a verlo a un patio cervecero en un parque con una vista increíble de la ciudad, llegamos y el bar estaba repleto de gente, buena cerveza y comida. Perdimos, pero había buena onda por doquier asi que no se sufrió tanto. Esa noche nos dimos el gusto de ir a la taberna más vieja de Praga, donde, según la historia, Mozart pasaba sus días y noches.
Volvimos a Berlín para seguir con nuestra rutina, seguir ahorrando y prepararnos para nuestro siguiente viaje:
Portugal: Lagos, Faro yLisboa
Una noche espontánea de agosto, decidimos comprar pasajes para nuestra siguiente aventura: Portugal, más precisamente Lagos, en el estado de Algarve. Nuestro vuelo fue hasta Faro, y de ahí tomamos un Bus a Lagos, el cual que costó €6.
El primer día recorrimos sus playas, las cuales podías cruzar de una a otra por la ciudad, por la arena, nadando y hasta entre cuevas. En la mayoría de las playas sólo hay restaurantes que suelen tener precios elevados, así que mi recomendación es: lleven su heladerita, cargada de hielo, cerveza y snacks.
Alquilamos un auto, conectamos el iPod con nuestra música y comenzó nuestro recorrido. Fuimos a Benagil, pero no pudimos ir a sus cuevas por que la marea estaba alta y el mar muy picado.
De ahí nos fuimos a Sagres, un lugar mágico y lleno de historia, donde vimos el atardecer más hermoso de nuestra vida. Allí se encuentra uno de los faros más famosos de Europa, que tiene un alcance de vista muy largo, y se encuentra en un fuerte muy antiguo. No hay que dejar de verlo.
Y por último, fuimos a pasar el día a Lisboa. Salimos temprano una mañana, nos compramos un café y arrancamos el viaje. Una de las ciudades más hermosas, repleta de calles pequeñas para perderse en todos sus paisajes. Para recorrerlo bien, llevar calzado cómodo porque la ciudad está cuesta arriba y van a caminar un montón.
Volvimos a Berlín, hicimos un nuevo parate de viajes para volver a ahorrar y ver qué era lo siguiente.
Viena, Austria
La ciudad se mantiene en muy buen estado, ya que en época de invasión no hubo guerra, por lo que sus edificios más viejos todavía se encuentran de pie.
El día que llegamos, se realizó «Langer Nacht der Museen» (Noche larga de los museos), así que todos éstos estaban abiertos hasta la 01 am. Fue imposible visitarlos a todos, así que seleccionamos los que eran de nuestro interés. Fuimos al Belvedere, al Albertina y la casa de Mozart. En estos museos vimos originales de Gustav Klimt, Picasso, Monet, Van Gogh entre otros. También conocimos su biblioteca, la más vieja en Europa. Este viaje coincidió con el cumple de Ra, así que lo pasamos todos juntos en Viena.
Ámsterdam, Holanda
La ciudad tiene una energía en particular, la gente es muy buena onda, son amables, todos hablan en inglés.
Conocimos el Red District, algo que hay que ver en persona, ya que los holandeses tienen una libertad de expresión diferente a la uno puede estar acostumbrado, e irónicamente se encuentra casi frente a su iglesia más antigua.
Probamos su cerveza, por cierto muy rica, aunque ellos al igual que nosotros seguimos prefiriendo las de origen Belga. Tiene bares de decoración muy antigua, pasamos por la casa donde se refugió Ana Frank y por la noche decidimos visitar el coffee shop favorito de Lucas, el amigo que nos hospedó.
Nos quedamos fascinados, Ámsterdam está en nuestro top 3 de ciudades europeas.
Volvimos a Berlín y sabíamos que a las 2 semanas teníamos nuestro último destino del año.
Londres y Liverpool
Nos tocaron días nublados pero sin frío. Caminamos todo lo que pudimos el primer día, fuimos a un restaurante muy antiguo con vista al Tower Bridge y comimos el desayuno tradicional.
La ciudad está renovada, podés apreciar el contraste de sus edificios nuevos con los antiguos y si te alejas del centro están sus barrios más viejos, con su arquitectura típica, sus palacios y puentes. Tiene mucha historia, que no pudimos recorrer en su totalidad porque sólo fuimos 3 días, pero nos encantó.
También se encuentra el estudio de Warner Brothers, donde se filmaron películas de Harry Potter, para los fanáticos, Ra es una de ellas, como así la estación de tren King Cross, donde se encuentra la plataforma 9 3/4.
Al otro día nos fuimos a Liverpool. Fuimos con National Express, que tiene sus boletos súper baratos. Este viaje lo compré por medio de la app Goeuro y también podés acceder a los tickets y horarios por su página web.
Recorrimos la ciudad, el centro, el muelle y todo lo relacionado a los Beatles. Nos quedamos enamorados de todo lo que vimos.
Y cerramos el día con una visita a Cavern Club, bar donde tocaron en sus inicios los Beatles, y otras bandas como Rolling Stones, Ramones, The Who, etc. El bar está decorado con fotos antiguas de las bandas tocando en vivo, afiches y flyers. Todos los ladrillos del lugar tienen la firma de cada persona que llegó ahí y también de cantantes y bandas famosas.
Esa noche tocaron dos bandas tributo a los Beatles. Cantamos todas las canciones, nos emocionamos ya que no podíamos creer donde estábamos parados y si cerrabas los ojos podíamos sentir como si te transportaras en el tiempo, junto con gente de todas las edades, fue una noche mágica.
Quiero cerrar este post, diciendo que todavía estamos sorprendidos por todos los lugares que hemos visitado, fue un año muy movido y lleno de aventuras. Es increíble todo lo que se puede lograr, todo lo que podés hacer si te lo propones y trabajás para cumplirlo.
Saca tu Visa Working Holiday!
Esta experiencia en Alemania fue fantástica y todavía no terminó, pero ya se acerca fin de año, donde quizás haya gente que está haciendo planes para el 2019 y me gustaría que a los que estén dudando, evaluando si dan el salto o no, HÁGANLO.
Saquen esta visa, aprovechen que son ilimitadas para Argentina, hasta los 30 años y podés aplicar en cualquier mes del año, o si tienen pasaporte europeo ni lo duden, que el primer salto cuesta, pero lo siguiente va a ser mas fácil e increíble.
La visa Working Holiday es una visa de múltiple ingreso, lo que nos permitió movernos para todos lados sin problemas. En febrero se vence, y nuestra próxima aventura es ir a Italia a para aplicar a la ciudadanía Italiana y por consiguiente, la puerta abierta al mundo, el pasaporte Italiano.
Aprovechen todos los recursos que tengan, salgan de la zona de confort, de las rutinas, anímense y hagan de sus vidas una aventura. Una vez que arranquen, no van a parar más, sólo hay que dar el primer paso.