En un intento por repoblar las zonas rurales y combatir los efectos de la urbanización y la emigración, muchas ciudades y pueblos en Italia han adoptado un esquema de venta de casas por 1 dólar.
Pero en Molise, una región montañosa en la costa oriental del Adriático, las autoridades decidieron ir un poco más allá. La región ofrecerá a las personas € 700 (770 dólares ) mensuales, durante tres años a las personas que se muden ahí, aseguró Donato Toma, presidente de Molise, a The Guardian.
¿Cuáles son los requisitos? Las personas que estén interesadas deben mudarse a una ciudad de la provincia que tenga menos de 2.000 residentes y comprometerse a abrir un negocio allí.
«Queríamos hacer más; queríamos que la gente invirtiera aquí. Pueden abrir cualquier tipo de negocio: una panadería, una papelería, un restaurante, cualquier cosa. Es una forma de dar vida a nuestras ciudades y al mismo tiempo aumentar la población», dijo Donato Toma.
Cada una de estas ciudades poco pobladas también recibirá 11.000 dólares para construir infraestructura y promover actividades culturales, dijo Toma. La idea no es solo que se llenen de gente estos lugares, sino que crezcan.
Desde el 2014, más de 9.000 personas han abandonado Molise, y ahora solo quedan 305.000. En 2018, no se registraron nacimientos en nueve de las ciudades de la provincia, y más de 2.800 personas murieron o se mudaron.
Candela, el pequeño pueblo italiano que paga hasta 2000 euros para que te mudes ahí
Nicola Gatta, el alcalde de la ciudad italiana de Candela, quiere es que la pequeña ciudad medieval de Puglia brille como en los años 90, cuando más de 8000 personas vivían aquí. Hoy son tan solo 2700 residentes. Para eso puso en marcha una iniciativa: pagar a las personas para que se conviertan en residentes.
¿Cuál es el incentivo para que las personas se quieran mudar a Candela? La ciudad ofrece hasta 2000 euros a las personas que se muden.
“Hasta la década de 1960, los viajeros la llamaban ‘Nap’licchie’ (Little Naples), por calles llenas de caminantes, turistas, comerciantes y vendedores ambiciosos”.
En estos días, el sonido de las calles ha sido reemplazado por el silencio de las colinas verdes y los bosques. Las iglesias que se paran en cada esquina se llenan solo para celebrar los pocos nacimientos que ocurren aquí, o los muchos funerales para los residentes mayores. Continuar leyendo…