Una invasión de mosquitos ha convertido a Orbetello, en la región italiana de Toscana, en un lugar casi inhabitable. El fenómeno, que afecta la vida cotidiana, el turismo y la economía local, se originó tras un desequilibrio ecológico en la laguna que rodea al municipio. Más de 19.000 personas ya firmaron una petición para que se declare el estado de emergencia.
En plena temporada primaveral y a pocos días del inicio del turismo, los 14.000 habitantes de Orbetello enfrentan una situación crítica. “No podemos dar un paseo al aire libre. No podemos abrir las ventanas. Estamos aislados en casa”, denuncian los vecinos en Change.org, comparando la situación con los confinamientos de la pandemia.
Los mosquitos han invadido escuelas, comercios y viviendas. La situación también afecta a localidades cercanas como Albinia, Fonteblanda, Talamone y Capalbio Scalo. La presión social crece a medida que el brote avanza.
El problema se atribuye a la baja concentración de oxígeno en la laguna, lo que provocó la muerte masiva de alevines en 2024, según los pescadores de la zona. Esto eliminó a los depredadores naturales de los quironómidos, una especie de mosquito que prolifera en ambientes degradados. El resultado: un brote descontrolado de insectos.
Los residentes señalan que la crisis es consecuencia de años de mala gestión y falta de inversión en el saneamiento de la laguna. Las escuelas, como la de Consani, han reportado aulas llenas de mosquitos y condiciones insalubres para los niños.
La petición lanzada por Alessio Segoni en Change.org ya supera las 19.000 firmas, más que la población de Orbetello. Exigen la declaración de estado de emergencia por parte de la Región Toscana, la designación de un comisario especial y ayudas económicas para los sectores afectados.
El Ayuntamiento de Orbetello, liderado por Andrea Casamenti, anunció la asignación de 300.000 euros para medidas de emergencia. Además, se creará una comisión permanente y se iniciarán reuniones con la Región Toscana y el Ministerio de Medio Ambiente para coordinar futuras acciones.
El brote pone en jaque la temporada turística y la economía local. Pier Luigi Piro, presidente de la cooperativa de pescadores de Orbetello, advirtió que muchas actividades podrían cerrar si no se soluciona el problema. La limpieza de los canales y el restablecimiento del intercambio de agua entre la laguna y el mar Tirreno es considerada la única salida viable.
El alcalde de Monte Argentario, Arturo Cerulli, expresó su preocupación ante una posible expansión de la plaga hacia su municipio. “Los mosquitos no se pueden contener, pero está claro que el problema se debe solucionar tratando la causa”, afirmó.
El Partido Democrático de Monte Argentario y Albinia acusó a las administraciones locales de inacción, calificando a la laguna como “una masacre que hace que el atractivo turístico se derrumbe”.
Por su parte, Segoni sostiene que las desinfestaciones realizadas son ineficaces y dañinas para el ambiente, y reclama soluciones estructurales que garanticen la salud pública y la recuperación económica de la zona.
