Un vuelo de Southwest Airlines con destino a Las Vegas vivió momentos de terror el pasado viernes 25 de julio, cuando la aeronave se precipitó casi 500 pies en cuestión de segundos para evitar una posible colisión en el aire.
El vuelo 1496, que había partido desde el Aeropuerto de Burbank, Los Ángeles, llevaba apenas seis minutos en el aire cuando descendió bruscamente de 14.100 a 13.625 pies, según datos de FlightRadar24. La maniobra habría sido ordenada por el software a bordo para evitar un choque con un Hawker Hunter, un avión militar que se encontraba en las cercanías.
Caos en la cabina
Testigos describieron la escena como un verdadero “pandemonio”.
“Se sintió como una caída libre. La gente gritaba, muchos salieron disparados de sus asientos y golpearon sus cabezas contra el techo”, relató Steve Ulasewicz a NBCLA.
El comediante Jimmy Dore, que viajaba en el avión, escribió en X:
“El piloto tuvo que lanzarse en picada para evitar una colisión sobre Burbank. Yo y mucha gente salimos de los asientos y nos golpeamos la cabeza con el techo. Una azafata necesitó atención médica.”
De acuerdo con los reportes, dos auxiliares de vuelo resultaron heridos, aunque ningún pasajero sufrió lesiones graves.
Respuesta oficial e investigación
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que el incidente ocurrió alrededor de las 11:00 a.m. y que el avión respondió a una alerta por la proximidad de otra aeronave en el espacio aéreo de Los Ángeles.
Pese al susto, el vuelo continuó rumbo a Las Vegas, donde aterrizó sin mayores incidentes. En un comunicado, Southwest Airlines aseguró que trabaja junto a la FAA para esclarecer el hecho y destacó la profesionalidad de su tripulación.
“Nada es más importante para Southwest que la seguridad de nuestros clientes y empleados”, señaló la compañía.
La FAA ya abrió una investigación oficial para determinar cómo se produjo la peligrosa cercanía entre ambos aviones.
