¿Recuerdas cuando se decidió que Plutón era demasiado pequeño para ser un planeta propiamente dicho y nuestro sistema solar pasó de nueve a ocho planetas?
Bueno, mantente atento a Mercurio porque, según quienes deberían saberlo, está reduciendo su tamaño ligeramente.
Esto es algo que hemos sospechado durante unos 50 años, ya que, según IFL Science, la misión Mariner 10 de la NASA sobrevoló el planeta más cercano al sol y detectó algunas señales de advertencia.
Si quieres saber cómo son los signos reveladores de un planeta que se está reduciendo, son pendientes de kilómetros de altura llamadas «escarpas» en toda la superficie.
Básicamente, debido a que Mercurio se está reduciendo en el interior, la superficie tiene menos espacio para cubrir y un trozo de la superficie es empujado hacia arriba y sobre otro trozo.
Es básicamente como si el planeta tuviera una serie de arrugas, como la forma en que la fruta se arruga y se encoge cuando envejece y la piel no necesita estirarse sobre la misma superficie.
Los expertos han detectado cráteres de impacto en la superficie de Mercurio que se formaron en las escarpas, lo que significa que muchas cosas sucedieron después de que se formaron las escarpas.
Basándose en esa astuta observación, los expertos calculan que las escarpas tienen unos tres mil millones de años, por lo que, en general, es un proceso bastante lento.
En 2014, los científicos estimaron que Mercurio se había contraído aproximadamente 7 km desde su nacimiento hace 4.500 millones de años, por lo que se está reduciendo muy, muy lentamente.
De hecho, Mercurio no corre peligro de desaparecer y seguirá aquí cuando el sol se expanda y lo consuma en su camino hacia la destrucción del resto del sistema solar, así que deja que eso te consuele.
Nos estamos volviendo bastante buenos en este negocio de observar cosas en el espacio, por lo que si Mercurio empeora repentinamente en los próximos millones de años, te lo haremos saber.
Ya que hablamos de planetas perdiendo cosas, conviene mirar un poco hacia otro lado, sobre todo porque mirar al Sol no es aconsejable, porque el pobre Saturno va a perder sus anillos.
No de forma permanente, pero pronto entrará en una fase en la que los anillos de Saturno se alinearán de tal manera que no podremos verlos.
Nos quedan unos 18 meses antes de que no podamos ver los anillos de Saturno por un tiempo, pero pasarán unos 100 millones de años antes de que realmente desaparezcan en el sentido correcto de la palabra.
