Un inusual incidente tuvo lugar en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, cuando una pasajera del vuelo 323 de Alaska Airlines, proveniente de Milwaukee, activó la salida de emergencia de un Boeing 737-900 y salió al ala de la aeronave. El evento, que fue captado por cámaras de seguridad y difundido en redes sociales, ha causado revuelo y preocupación.
Un aterrizaje con un giro inesperado
El avión había aterrizado sin inconvenientes y estaba estacionado en la puerta nueve cuando, sin esperar las instrucciones de desembarque, la mujer abrió la compuerta de emergencia. Según testigos, caminó unos metros sobre el ala antes de sentarse y saludar a los trabajadores del aeropuerto.
El personal en tierra reaccionó rápidamente, desplegando una rampa para ayudar a la pasajera a bajar con seguridad. Posteriormente, fue trasladada a un hospital cercano para una evaluación médica exhaustiva, en línea con los protocolos del aeropuerto.
¿Un ataque de ansiedad?
Aunque las autoridades no han revelado la identidad de la mujer ni los detalles exactos que la llevaron a tomar esta acción, se sospecha que sufrió un episodio de ansiedad. Este tipo de situaciones, aunque raras, subrayan la importancia de abordar la salud mental en entornos de alta presión como los viajes aéreos.
Sin heridos ni afectaciones operativas
El aeropuerto confirmó que el incidente no provocó heridos ni alteraciones en las operaciones, según informó Fox News. Sin embargo, el video del evento ha generado una amplia discusión en redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes expresan preocupación por la salud de la pasajera y quienes critican la falta de seguridad.
Este suceso recuerda que, aunque los vuelos son uno de los medios de transporte más seguros, los imprevistos emocionales y psicológicos de los pasajeros pueden desencadenar situaciones inesperadas que las aerolíneas y los aeropuertos deben manejar con sensibilidad y rapidez.