Un viaje de ensueño a bordo del crucero Queen Anne de la línea Cunard se transformó en una experiencia inquietante cuando el capitán del barco ordenó a todos los pasajeros apagar las luces de sus camarotes y cerrar las cortinas debido a una posible amenaza de piratería en alta mar.
El insólito episodio fue captado por una pasajera identificada como @lillydapink en TikTok, quien compartió el momento en el que, a través de los altavoces, el capitán informó que el crucero estaba entrando a una zona marítima considerada de alto riesgo, específicamente el Mar de Sulu-Célebes, entre Filipinas, Malasia e Indonesia, conocida históricamente por actividades piratas.
“Este es un lugar donde existen antecedentes de amenazas de piratería”, se escuchó decir al capitán, quien además explicó que el barco operaría bajo un nivel de alerta de seguridad elevado durante ese tramo del viaje.
Entre las medidas implementadas estaban el cierre del paseo exterior durante la noche, la reducción al mínimo de iluminación externa y la solicitud directa a los huéspedes de mantener apagadas las luces interiores no esenciales y cerrar las cortinas de los camarotes o balcones.
Aunque la situación fue abordada como una simple medida de precaución, muchos pasajeros compartieron su temor e incomodidad, especialmente al escuchar instrucciones sobre cómo actuar en caso de una emergencia relacionada con piratas.
En TikTok, el video con el audio del anuncio superó los 8.9 millones de visualizaciones, generando miles de comentarios de usuarios sorprendidos por el hecho de que la piratería moderna siga existiendo.
“No sé por qué, pero siempre me sorprende que los piratas aún existan en la vida real”, escribió un usuario. Otro comentó con humor: “Yo me encierro en mi camarote y pido room service.”
La compañía Cunard confirmó más tarde que no existía una amenaza concreta contra el barco o sus ocupantes, y que el anuncio formaba parte de los protocolos estándar al cruzar ciertas regiones marítimas. En un comunicado a Business Insider, señalaron:
“No hubo una amenaza específica para el barco ni para sus huéspedes, y la experiencia a bordo no se vio interrumpida.”
El Queen Anne transportaba en ese momento a 2.996 pasajeros y 1.225 tripulantes, en el marco de un crucero de 111 noches que comenzó en Hamburgo, Alemania, el 7 de enero, con escalas en países como Inglaterra, Estados Unidos, México, Australia, China, Vietnam, Sudáfrica y Malasia, entre otros.
Si bien los piratas suelen atacar buques de carga o petroleros más que cruceros turísticos, la precaución sigue siendo una prioridad cuando se transitan zonas con antecedentes de secuestros o abordajes armados, como los protagonizados en el pasado por el grupo extremista Abu Sayyaf.
Según MarineInsight, aunque la región fue considerada de alto riesgo entre 2016 y 2022, no se han registrado secuestros desde enero de 2020, y su nivel de amenaza fue reducido oficialmente a “bajo” en enero de 2025.
Sin embargo, como demostró este viaje, el espectro de la piratería sigue presente —y genera tensión incluso en los viajes más lujosos y planificados del mundo.
