En medio del dolor por un trágico accidente vial en el distrito del Rímac, la reputación de Perú como el segundo país con peores conductores del mundo cobra relevancia. Este lamentable incidente, donde dos jóvenes perdieron sus vidas tras ser atropelladas por una camioneta que invadió el carril del Metropolitano, sirve como recordatorio sombrío de una realidad que urge cambiar.
En una entrevista exclusiva con Luis Quispe Candia, presidente de la ONG ‘Luz Ámbar’, se ahonda en las causas y posibles soluciones para esta preocupante situación. Quispe Candia, con años de experiencia en la promoción de la seguridad vial, enfatiza la necesidad de abordar la falta de educación vial como uno de los principales factores detrás de este problema. Señala que la ausencia de enseñanza de normas de tráfico y respeto en las instituciones educativas ha dejado a los conductores peruanos en una posición vulnerable en las carreteras.
El incidente en el Rímac no es un caso aislado, sino un reflejo de una problemática arraigada en la sociedad peruana. Desde la inauguración del Metropolitano en 2010, el uso indebido de sus carriles ha sido una constante, incluso por parte de autoridades. Esta falta de respeto a las normas y la impunidad con la que se cometen estas infracciones son síntomas de un problema más profundo en la cultura vial del país.
Frente a esta situación, Quispe Candia insta a una acción urgente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. Propone un enfoque integral que incluya la educación vial desde temprana edad, la implementación de medidas de control más estrictas y una mayor conciencia ciudadana sobre la importancia del respeto mutuo en las vías.
En conclusión, el trágico suceso en el Rímac es una llamada de atención para Perú. La reputación como el segundo país con peores conductores del mundo no es un título que deba aceptarse, sino un desafío que debe abordarse con determinación y acción colectiva. La seguridad vial es responsabilidad de todos, y es hora de tomar medidas concretas para cambiar el rumbo de nuestra conducción.