63 pingüinos africanos, cuya especie se encuentra en peligro de extinción, fallecieron por picaduras de abejas, luego de haber sido víctimas de un enjambre en una playa de las afueras de Ciudad del Cabo.
Los animales fueron encontrados el pasado viernes, 17 de Septiembre, en una colonia de Simonstown, según informaron en un comunicado de Parques Nacionales de Sudáfrica. «Las muertes ocurrieron de forma repentina en algún momento entre el jueves por la tarde y el viernes por la mañana», explicaron, y los expertos comenzaron a estudiar la causa de muerte, según reportó el sitio de noticias CNN.
«Después de las pruebas, encontramos picaduras de abejas alrededor de los ojos de los pingüinos«, explicó David Roberts, veterinario clínico de la Fundación Sudafricana para la Conservación de las Aves Costeras, a la agencia de noticias AFP. «Se trata de una ocurrencia muy rara. No esperamos que suceda con frecuencia, es una casualidad«, agregó.
Si bien la investigación preliminar ya sugería que la causa de fallecimiento de los pingüinos africanos eran las picaduras de las abejas, de todas formas decidieron realizar las pruebas correspondientes para descartar cualquier otra causa. Por su parte, Alison Kock, bióloga marina de Parques Nacionales de Sudáfrica, agradeció a las organizaciones que colaboraron para investigar este «inusual evento». También aseguró que no se habían encontrado más pingüinos africanos y que, además, se encuentran monitoreando la situación.
«Los pingüinos no deben morir así porque ya están en peligro de extinción. Son una especie protegida«, dijo Roberts a la agencia. Esta especie de aves no voladoras se encuentran entre las más pequeñas de pingüinos, y son conocidas por tener una voz muy fuerte y marcas irregulares. Originalmente provienen de la costa de Sudáfrica y Namibia.
Según reportó CNN, esta especie pasó de tener más de un millón de ejemplares a inicios del siglo XX a contar con solo 55.000 para 2010, y ese fue el momento en el que fueron declarados como una especie en peligro de extinción.