Cuando se piensa en vacaciones de mar turquesa, arena suave y clima perfecto, República Dominicana aparece siempre entre los favoritos de los argentinos. Pero incluso dentro de este clásico del Caribe existe un rincón que todavía es un secreto a voces: un lugar donde el sargazo no llega, las playas siguen siendo casi vírgenes y el turismo se vive con calma, lejos del ruido de los grandes resorts.
Ese lugar es Miches, el destino en auge ubicado al norte del país, dentro de la Bahía de Samaná, frente al Atlántico. Un paraíso que sorprende a quienes buscan playas extensas, aguas cristalinas y naturaleza en estado puro.
Entre enero y septiembre de 2025, República Dominicana recibió 339.871 visitantes argentinos, convirtiendo a nuestro país en su principal mercado emisor. Pero, aunque los viajeros eligen el Caribe por su belleza, cada vez más aparece un factor decisivo: evitar el sargazo, el alga marrón que invade buena parte de las costas del Caribe y que este año marcó un récord de acumulación. Sin embargo, en Miches las corrientes oceánicas impiden que llegue, convirtiéndolo en una de las pocas zonas libres de este fenómeno.
El Caribe que todavía se siente virgen
Miches está creciendo en popularidad, pero aún mantiene el encanto de los destinos que no fueron arrasados por el turismo masivo. Uno de sus tesoros es Playa Esmeralda, llamada así por el color del agua que baña su costa interminable rodeada de palmeras.
En los últimos años, el destino comenzó a desarrollar infraestructura hotelera, impulsado por ProMiches, pero sin perder de vista la conservación del entorno natural. Solo unas pocas cadenas se instalaron allí, lo que permite que las playas sigan tranquilas, con espacio de sobra para caminar en soledad, chapotear en un mar calmo y disfrutar del Caribe como si fuera privado.
Es el lugar ideal para descansar en un all inclusive, pero también para desconectar del mundo real y simplemente escuchar el sonido del mar.
Mucho más que reposera y sol
Miches no solo enamora por su playa: es una base perfecta para realizar actividades, excursiones y aventuras en la naturaleza.
- Montaña Redonda: una excursión imperdible donde las alturas regalan una de las vistas panorámicas más impresionantes de la región.
- Rutas del coco y del cacao: perfectas para conocer el origen de dos grandes tesoros dominicanos.
- Deportes acuáticos: su mar tranquilo permite hacer kayak, stand up paddle, paseos en velero o simplemente explorar más allá de la costa. En Viva Miches by Wyndham, por ejemplo, los huéspedes pueden disfrutar de todas estas actividades frente a una playa pacífica y sin olas fuertes.

Y para quienes buscan una experiencia realmente diferente, el Parque Nacional Los Haitises es una joya natural e histórica que no se puede pasar por alto. Allí, los visitantes navegan entre manglares, recorren playas vírgenes y se adentran en cuevas donde se conservan los petroglifos de los antiguos indígenas taínos. Es un escenario tan imponente que incluso fue locación de Jurassic Park.
Un destino para sumar YA a la lista
Mar sin sargazo, playas solitarias, aguas esmeralda y un entorno natural que parece intacto: Miches es ese tipo de lugar que todavía se siente exclusivo. Un secreto del Caribe que los argentinos están empezando a descubrir y que promete convertirse en uno de los destinos más deseados del próximo verano.


